Nunca olvides cómo late el corazón de un niño asustado.
Janusz Korczak, pediatra
El primer jueves de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, tal y como declararon todos los Estados Miembro de la UNESCO a partir de 2019, «reconociendo de este modo que la violencia en el entorno escolar bajo todas sus formas atenta contra los derechos de los niños y adolescentes, la salud y el bienestar»1.
El Ministerio de Educación y Formación Profesional reconoce que el acoso escolar es un problema que se encuentra entre las prioridades del Gobierno, ya que en su informe realizado en centros de Educación Primaria (Estudio Estatal de la Convivencia Escolar en Educación Primaria), en este año 2023, se ha concluido que el 9,53 % del alumno de Primaria ha sufrido acoso y el 9,2 %, acoso escolar.
Con el fin de ofrecer una visión global sobre el acoso escolar, en este artículo, se abordarán las siguientes cuestiones: cómo detectar los signos de acoso escolar en el ámbito escolar, cómo reaccionar, qué consecuencias puede tener la violencia física y verbal en las víctimas de acoso escolar, así como algunos consejos sobre cómo combatirlo.
¿Alguien de tu entorno ha sufrido bullying? Sigue leyendo...
¿Cómo detectar si tu hijo sufre acoso escolar?

Existen diversas formas de acoso escolar en los centros educativos:
- Acoso moral o acoso psicológico (intimidación, insultos, burlas, etc.)
- Acoso físico (empujones, golpes, etc.)
- Acoso cibernético
- Acoso sexual
Eso sí, para que sea considerado acoso, las acciones deberán ser repetidas y concebidas con el objetivo de hacer daño a la otra persona.
¿Qué señales nos pueden alertar de que un niño está siendo acosado?
- No quiere ir a la escuela o las clases de apoyo.
- Suele llegar tarde.
- No quiere coger el autobús escolar.
- Te pide que lo acompañes hasta la puerta o que vengas a recogerlo.
- Te pide dinero con bastante asiduidad.
- Tiene moretones, golpes y rasguños bastante a menudo.
- Últimamente, parece perder su material escolar o incluso romperlo.
- Sufre cambios de humor: está más agresivo, más retraído, más triste...
- Ha sacado malas notas a pesar de ser un buen estudiante.
- Tiene un comportamiento insolente en clase o, por el contrario, ha dejado de participar cuando era un niño bastante participativo.
- Tiene problemas para conciliar el sueño.
- Siempre está cansado.
- Tiene dolores de estómago y cabeza más a menudo.
- Ha perdido el apetito o, por el contrario, come mucho más que antes.
- Está perdiendo peso.
- Tiene pesadillas.
- Le salen eczemas en la piel.
- Se le cae el pelo más de lo normal.
- Padece algún desequilibrio hormonal (retraso menstrual en las niñas) o incluso retraso en el crecimiento.
- No tiene amigos.
- Se asusta en cuanto recibe un mensaje.
- Pasa más tiempo con el teléfono de lo habitual…
Lo más importante como padre es permanecer alerta ante cualquier cambio de comportamiento. No siempre es fácil detectar una situación de acoso: por lo general, las víctimas no hablan directamente con los padres por vergüenza o por el miedo a las represalias.
¿Qué señales nos pueden alertar de que un niño es un acosador?
Aún más difícil de detectar es el caso de los acosadores. Suelen ser bastante discretos en casa y a veces incluso se portan bien con sus padres.
Por lo tanto, para saber si tu hijo es o no un acosador, atento a los siguientes indicios:
- El acosador que se deja influir, al fin y al cabo, es un testigo pasivo:
- Baja el rendimiento académico
- Cambia repentinamente de comportamiento
- Padece trastornos depresivos si se siente culpable
- El líder acosador que es el causante de todo el acoso:
- Tiene muchos amigos
- Se cuida a sí mismo, pero no presta atención a los demás
- No respeta las reglas ni los límites que le imponen
- Se burla constantemente
- Le falta empatía
- El acosador que previamente ha sido víctima de acoso y que decide repetir con otros el trauma sufrido por él mismo:
- Tiene conductas autodestructivas (alcohol, drogas, cigarrillos, automutilación, etc.)
- Se aisla
- Puede desarrollar una fobia a la escuela
¿Cómo reaccionar ante el acoso escolar como padres?
En cuanto al acoso, nos encontramos ante dos posibles casos: que tu hijo sea la víctima o que sea el acosador. En ambos casos, deberás reaccionar rápidamente para poner fin a la situación, de tal modo que tu hijo pueda recuperarse y volver a la escuela cuanto antes.

¿Qué debo hacer si mi hijo está siendo acosado?
- Establece un diálogo con tu hijo: anímalo a confiar en ti, demuéstrale que puede contártelo todo, que le ayudarás a encontrar una solución a sus problemas.
- Habla con el director de la escuela, los profes de las clases de apoyo, el jefe de estudios o quien sea: ¡no intentes resolver el conflicto con el acosador o sus padres!
- Consulta a un profesional de la salud: contacta con un psicólogo, terapeuta o psiquiatra o incluso un médico de cabecera si fuera necesario.
- Presenta una denuncia por acoso: el acoso es un delito recogido en el Código Penal. Si un consejo disciplinario no basta para poner fin al acoso, se pueden iniciar procedimientos judiciales (con sanciones más severas si existen agravantes).
¿Qué debo hacer si mi hijo es un acosador?
- No niegues los hechos y tómate la acusación en serio.
- Pídele a tu hijo que sea responsable con sus acciones: que pida disculpas, retírale los privilegios que pueda tener en casa, pídele que escriba un ensayo poniéndose en el lugar de la persona que está siendo acosada, etc.
- Ayuda a tu hijo: sugiérele que siga una terapia conductual si es necesario. Puede existir alguna razón que yazca tras el acoso.
- Coopera con las autoridades escolares y/o judiciales: son muchas las sanciones a las que se puede enfrentar un acosador desde la expulsión temporal hasta un juicio.
¿Qué consecuencias tiene el acoso escolar?
La lucha contra el acoso escolar es importante porque el bullying tiene consecuencias a corto, medio y largo plazo en todas las partes implicadas: víctimas, acosadores y testigos.
Las consecuencias del acoso pueden ser dramáticas para las víctimas pero también para los agresores (excepto en casos de psicosis grave, el acoso refleja un malestar que el niño es incapaz de expresar y superar la mayor parte del tiempo).

Las consecuencias para las víctimas
Cuando hablamos de acoso escolar, lo primero que pensamos es en las víctimas. Lógico, ya que son los que padecen el acto violento y de los cuales no es raro hablar en las noticias a diario...
A corto plazo:
- Absentismo y abandono escolar
- Aislamiento social
- Incapacidad para relacionarse
- Sensación de abandono
- Alteraciones en el metabolismo y trastornos del comportamiento
A medio plazo:
- Trastornos ansiodepresivos
- Comportamiento violento hacia los demás o hacia uno mismo
- Comportamiento suicida
A largo plazo
- Trastornos de socialización
- Trastornos mentales: depresión, trastornos del sueño, ansiedad crónica, fobia social, intentos de suicidio, etc.
Los efectos del acoso en los acosadores
A diferencia de lo que se cree, los acosadores también sufren consecuencias que pueden ser perjudiciales para su vida (no solo están sujetos a sanciones punitivas o educativas). También es necesario que cuenten con un cierto apoyo para poder salir de esta situación:
A corto plazo:
- Falta de empatía
- Conductas violentas de manera repetida
- Aislamiento dentro de un círculo vicioso de violencia
A medio plazo:
- Abandono escolar
- Marginación
A largo plazo:
- Vida social precaria
- Delincuencia
- Trastornos sociales y tendencia al abuso (mujer, niños)
- Depresión
- Consumo de alcohol/drogas…
Las consecuencias para un testigo
Finalmente, los testigos del acoso también sufren sus efectos:
- Tienen una actitud violenta
- Sienten inseguridad
- Presentan un cambio de rol para evitar ser víctima de burla o acoso
- Tienen un sentimiento de culpa que puede perdurar años después
No creas que el acoso escolar se limita al patio de recreo. Las consecuencias pueden extenderse fuera de la escuela o el instituto, mucho más allá de la niñez o la adolescencia. En las clases de repaso, por ejemplo, también pueden darse este tipo de situaciones.
El acoso escolar tiene consecuencias directas en la construcción del pensamiento y de la personalidad del niño, que corre el riesgo de resultar disfuncional en la edad adulta si no se toman las medidas adecuadas, cuanto antes, mejor.
¿Cómo recuperarse después de haber sufrido acoso?
Es fundamental apoyar al niño o adolescente en su proceso de superación del bullying. No porque el niño ya no sea acosado, deja de sufrir los efectos de esta violencia escolar.

Ayuda a tu hijo
- Ayúdale a recuperar la confianza en sí mismo: con un diario de agradecimiento o haciendo una lista de las cosas que sabe hacer y de las que se siente orgulloso.
- Explícale que el acosador carece de confianza en sí mismo y que podría haber utilizado cualquier excusa para burlarse de él.
- Ayúdalo a responder a sus acosadores con calma y confianza utilizando fórmulas que trabajaréis juntos.
- Enséñale a alejarse de los acosadores y a encontrar amigos en los que pueda confiar.
Ayúdate en la edad adulta
- Deja el pasado en el pasado.
- Haz una lista de lo que te gustaría cambiar de ti mismo, cosas que consideras disfuncionales (falta de confianza, falta de ingenio, incapacidad para pensar que puedes ser feliz o amado…) y asegúrate de trabajar en ello.
- Busca inspiración entre los testimonios de antiguos acosadores que han logrado salir de la situación: ¡no estás solo!
- Involúcrate en una afición que te haga sentir bien: bailar, cantar, escribir, teatro…
- Sigue una terapia adaptada a tu situación como la terapia cognitivo conductual.
Ahora que ya tienes todas las claves para comprender el acoso a la perfección, trata de prevenirlo y de tomar medidas. Y si es necesario, no dudes en contactar con una asociación de lucha contra el acoso o incluso llamar al Servicio de atención telefónica en casos de acoso y maltrato escolar: 900 018 018.
1Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela – Cátedra UNESCO en Educación para la Justicia Social. (s. f.). https://www.catedraeducacionjusticiasocial.org/dia-internacional-contra-la-violencia-y-el-acoso-en-la-escuela/