Nuestro principal propósito en esta vida es ayudar a los demás. Y si no puedes ayudarles, al menos no les hagas daño.
Dalai Lama
Según un estudio a nivel nacional sobre la convivencia escolar en los centros de educación primaria, elaborado por el grupo de investigación Imeca, de la Universidad de Alcalá de Henares, a petición del Ministerio de Educación y FP, el 10 % de los estudiantes afirma sentirse acosado (9,53 %)1.
En la actualidad, el acoso escolar, también conocido como bullying, está muy presente en los centros escolares. Sin embargo, no es fácil detectar las señales del acoso en niños y adolescentes que son víctimas de él, conocidos como «acosados», y menos aún en niños que someten a sus compañeros a burlas y violencia, tanto en la clase como fuera de las aulas, que son los que se conocen como «acosadores».
Si tienes hijos en edad escolar, seguramente te interese el asunto. Por esta razón, a continuación, te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a detectar algunas señales de alarma, aunque es fundamental permanecer alerta ante cualquier mínimo cambio que notes.
Las diferentes formas de acoso escolar

El acoso puede adoptar diferentes formas en la escuela:
- Violencia física: palizas, lesiones, etc.
- Violencia psicológica: burlas, amenazas, humillaciones, intimidaciones, insultos…
- Violencia sexual: agresión sexual, gestos con connotaciones sexuales, etc.
- Ciberacoso (también conocido como cyberbullying): insultos, acoso moral, llamadas constantes, humillaciones en las redes sociales, rumores… (según una encuesta realizada por Save the Children, más de tres cuartas partes de los encuestados afirmaron haber sufrido algún tipo de ciberacoso).
Como padre o madre, puede resultar difícil diferenciar entre el acoso real y una determinada actitud violenta o una pelea en el patio de recreo.
Para que se trate de acoso deben concurrir los siguientes tres elementos:
- Violencia psicológica
- Repetición de los hechos
- Intención de hacer daño
Para presentar una denuncia formal, ya sea ante el colegio o incluso más allá, será necesario acreditar que no es la primera vez que se produce el hecho y que ha sido claramente intencionado. Si también se han dado estas situaciones en las clases de apoyo, el profesor o profesora particular deberá ser partícipe y dar su testimonio.
¿Cómo saber si le hacen bullying a mi hijo?
No es fácil para un adulto reconocer determinadas situaciones de acoso ni saber si tu hijo está siendo víctima de algún tipo de acoso. Por ejemplo, distinguir entre una discusión durante un juego y un caso de acoso suele resultar complicado.
Por norma general, tu hijo no va a decirte que se están burlando de él porque seguramente cree que puede solucionar el problema por el mismo, ya que tiene miedo de las represalias que pueda sufrir por parte del agresor y porque tiene miedo de decepcionarte.
A veces te das cuenta de que tu hijo está tristón, pero la adolescencia suele estar llena de altibajos y no es fácil saber si es algo normal o no.
De este modo, sin dramatizar pero tampoco sin minimizar los hechos, es importante permanecer atento a cualquier cambio de comportamiento que experimente tu hijo. No dudes en comentarlo con él. Así, se abrirá y podrá contarte cualquier problema que pueda tener. En ocasiones, es posible que los profes de clases de apoyo tengan más detalles sobre la situación que los del colegio o instituto, así que no dudes en preguntarles también a ellos.

Para ayudarte, a continuación, te dejamos una serie de consejos que creemos que te serán de gran utilidad.
Mi hijo no quiere ir a la escuela
El acoso psicológico, físico o sexual puede tener una consecuencia directa: el niño no quiere ir al colegio.
- Le cuesta levantarse por las mañanas.
- No quiere ir a la escuela a pesar de que siempre le ha gustado ir.
- Prefiere quedarse en casa.
- No quiere coger el autobús.
- Suele llegar tarde.
- Te pide dinero (a veces se lo quitan en las escuelas).
- Te pide que lo acompañes (aunque suele ir solo al colegio) o que lo recojas a la salida…
Todo esto debería servirte de señal de alerta de que quizá tu hijo pueda ser víctima de acoso moral, físico o sexual.
Sin duda, el acoso tiene muchas consecuencias a corto, medio y largo plazo.
Mi hijo suele tener moretones y sus cosas están rotas o dañadas
Últimamente tu hijo tiene más hematomas en el cuerpo de la cuenta. Llega a casa lleno de barro, con heridas o agujeros en los pantalones. Te dice que se ha caído o que se ha golpeado con una puerta o una ventana.
«Pierde» sus cosas muy a menudo (estuche, cuadernos, ropa) y «rompe» su material escolar.
Aunque no lo creas, quizá sea posible que esté sufriendo repetidos ataques de acoso por parte de sus compañeros.
Mi hijo tiene cambios de humor o comportamiento
Aunque la adolescencia es una época complicada y las hormonas pueden provocar cambios de humor regulares, hay que tener cuidado si estos se prolongan demasiado en el tiempo.
Un niño que se vuelve gruñón, agresivo, que se retrae en sí mismo, que se vuelve menos sociable, que ya no quiere hacer las actividades extraescolares que siempre le han gustado (deportes, arte, etc.) o que está de mal humor de repente aunque siempre ha sido feliz y extrovertido, no es para nada una buena señal.
Asimismo, si pasa más tiempo frente a su teléfono de lo normal, salta en cuanto recibe una notificación o cambia de actitud al leer un mensaje, empieza a plantearte que puede ser víctima de bullying.
Las notas de mi hijo han empeorado
Los problemas de acoso también pueden provocar un menor rendimiento académico. El niño está preocupado y le cuesta concentrarse. Solo piensa en no ser objeto de burla de sus compañeros...
En alguna ocasión, quizá trate de sacar malas notas en un intento de obtener la aprobación de sus acosadores, ya que los buenos estudiantes suelen estar mal vistos.
En la clase, los profesores han observado un cambio de comportamiento. Tu hijo está más insolente de normal con el fin de cumplir con las expectativas de los acosadores o, por el contrario, puede dejar de participar en clase, cuando antes lo hacía continuamente, con el objeto de pasar desapercibido.
Si el profesor (tanto del colegio o instituto como de las clases de apoyo) te comenta alguno de estos cambios de comportamiento en clase, no le restes importancia.
Mi hijo tiene síntomas de estrés y ansiedad
También encontramos otros signos de estrés o ansiedad que pueden ser sinónimos de acoso como los que se recogen a continuación:
- El niño o adolescente tiene dificultades para conciliar el sueño.
- Se le nota cansado todo el rato y tiene ojeras.
- Se queja de frecuentes dolores de cabeza o de estómago, especialmente cuando va a la escuela.
- Ha perdido el apetito o, por el contrario, come mucho más que antes.
- Ha perdido peso.
También puede tener pesadillas, desarrollar eccemas, que se le caiga el pelo, sufrir desequilibrios hormonales (sobre todo en las niñas, como el retraso de la regla, por ejemplo), o incluso algún tipo de retraso en el crecimiento.
Hélène Romano, psicóloga francesa, experta en bullying

Mi hijo se aísla
¿Has empezado a notar que tu hijo no tiene amigos, que se está aislando?
«No lo invitan a las fiestas de cumpleaños de sus compañeros de clase y ha dejado de tener contacto con los demás. Además, si falta a una clase y quiere ponerse al día, no sabe con quién contactar».
Esta es una afirmación que resumen a la perfección el hecho de que los niños víctimas de acoso escolar se aíslan y los aíslan.
Es más, en el patio de recreo, el niño que sea víctima de acoso tenderá a jugar solo, a aislarse y en ocasiones incluso a esconderse en los baños. Comerá rápido para esconderse así como evitará los lugares más frecuentados por sus compañeros.
En casa, no querrá celebrar su cumpleaños.
Algunas señales para detectar si tu hijo es un acosador
Aunque no lo creas, resulta más complicado detectar si tu hijo es un acosador.
De hecho, cualquier niño puede acosar o ser acosado en algún momento de su etapa escolar. No depende necesariamente de la educación de cada uno, no tienes por qué sentirte culpable porque a veces los padres y el entorno no pueden hacer nada por prevenirlo.
Por otro lado, tampoco lo niegues: tu hijo puede ser un acosador y cometer algún acto de acoso contra alguno de los compañeros de su clase.
«Por lo general, los padres no se dan cuenta de esto cuando su hijo está en casa, ya que tiende a mantener un perfil bajo y habla poco. Muy a menudo es el director educativo, a través del protocolo escolar, quien les informa de su actitud, para su sorpresa».
La psicóloga francesa Romano.
En particular, la psicóloga Romano afirma que existen tres tipos de perfiles de niños agresores:
El acosador que lo hace por seguir al resto
No son los que inician un acoso contra alguien, sino que siguen al grupo, a menudo por miedo a ser ellos mismos víctimas de ese acoso. De este modo, tu hijo puede ser un testigo pasivo y sufrir la ley del silencio.
¿Qué señales deberían alertarte?
- Abandono escolar o descenso de los resultados escolares
- Un cambio repentino de comportamiento: agresión hacia usted, por ejemplo.
- Trastornos depresivos si comienza a sentirse culpable.

El acosador líder
El cabecilla o líder es el origen del acoso y, por lo general, no sigue las reglas que permiten vivir en sociedad. Es más, se suele tratar de niños que tienen baja autoestima y que no muestran signos de empatía.
Detectarlos puede resultar bastante más complejo por las siguientes razones:
- Siempre están rodeados de personas.
- Cuidan de sí mismos y de su apariencia.
- No respetan ni las reglas ni los límites (pero a veces solo ocurre en la escuela y no en casa).
- Son burlones y muestran poca (o ninguna) empatía hacia los demás.
Si escuchas a tu hijo burlarse de un compañero de clase, insultarlo o excluirlo del grupo, dicho comportamiento puede ser ciertamente preocupante. Este comportamiento también se puede dar en las clases de apoyo, así que recuerda comprobar todos los ambientes escolares de tus hijos.
Los acosados acosadores
Finalmente, podemos encontrar aquellos niños que han sido víctimas de acoso que deciden repetir con otros lo que ellos han pasado.
Su comportamiento suele ser muy alarmante:
- Autodestrucción: alcohol, cigarrillos, drogas…
- Descuido
- Aislamiento
- Desarrollo de fobia escolar
Aprender a detectar los signos de acoso permite prevenirlo y luchar contra la violencia en la escuela, ya sea verbal, física o sexual.
No te preocupes, porque seguro que puedes superar toda situación de acoso que se te presente.
El Ministerio de Educación y FP puso en marcha el número gratuito 900 018 018 para que lo utilizasen niños, niñas, adolescentes, padres, madres, familia, profesionales de la comunidad educativa así como cualquier otra persona que sea conocedora de una situación de acoso escolar o de malos tratos en el ámbito de los centros docentes del sistema educativo español, tanto dentro como fuera del aula.
Aunque no siempre es fácil como padre saber si tu hijo está siendo acosado o está acosando, debes permanecer alerta a cualquier cambio de comportamiento y actitud y ante la menor duda, consultar los diferentes protocolos que puedan ayudarte a saber cómo gestionar la situación.
1Pereda, O. (2023, 2 mayo). Primer estudio oficial del «bullying» en España: casi el 10% de los alumnos lo sufren en primaria. elperiodicodeespana. https://www.epe.es/es/espana/20230502/primer-estudio-oficial-bullying-espana-alumnos-sufren-primaria-86779877
2Ciberacoso o ciberbullying. (s. f.). Save the Children. https://www.savethechildren.es/donde/espana/violencia-contra-la-infancia/ciberacoso-ciberbullying