El nombre Concepción Rodríguez-Espina y García-Tagle, más conocida como Concha Espina, es bien conocido para España y también para la Academia Sueca: la española nacida en el año 1869, originaria de Santander (Cantabria), fue nominada en tres ocasiones al Premio Nobel de Literatura, en los años 1926, 1927 y 1928), el primer año perdió por un solo voto y el galardón finalmente lo recibió la italiana Grazia Deledda.
Concha Espina
Vida y formación de Concha Espina
Fue en el año 1888 y a los 13 años de edad cuando Concha Espina comenzó a dar a conocer sus primeros escritos, en El Atlántico de Santander publicó el poema "Azul", usando un curioso nombre, el anagrama Ana Coe Snichp.
Fue en la localidad de Mazcuerras donde la séptima de diez hermanos e hija de Víctor Rodríguez Espina y Olivares -comerciante gallego- y de Ascensión García Tagle y de la Vega -mujer culta preocupada por la educación de sus hijos, comenzó a sentir el "bichito" por escribir, durante sus estadías en el domicilio de la abuela paterna.

Un duro golpe azotó la vida de Espina en 1891 cuando su mamá falleció, no obstante, dos años después del terrible acontecimiento, la escritora volvió a sonreír, tras contraer matrimonio con Ramón de la Serna y Cueto, perteneciente a una familia adinerada con negocios en Chile.
Los recién casados se trasladaron a Valparaíso, ciudad del país sudamericano, en busca de solucionar los problemas financieros de la familia de Ramón, pero se encontraron con la quiebra de los negocios.
Esta difícil situación económica llevó a Espina a buscar oportunidades como escritora, y comenzó a publicar sus escritos en diversos periódicos y revistas, como El Porteño y El Correo de Buenos Aires.
Yo he sabido lo que nadie sabe de ti. Y con la esencia animadora de mi arte daré la vida de este hallazgo en libros que duren, que vibren y anden la tierra en honor tuyo
Concha Espina
Pero la vida en Chile no duro mucho, ya que en 1894 la pareja decidió volver a su tierra natal y se instalaron en su querida Mazcuerras, donde Espina dio a luz a sus cuatro hijos, quienes lamentablemente no crecieron junto a su padre ya que éste, celoso del creciente éxito literario de Concha, se separó de la escritora y se mudó a México.
Así, Concha inició una nueva etapa en su vida y se trasladó a Madrid con sus cuatro hijos y su asistente, Julia de los Ríos. A pesar de las dificultades económicas, continuó escribiendo y colaborando en diversos medios, como el diario ABCEnlace externo, se abre en ventana nueva y la revista Lecturas.
La obra de Concha Espina
Fue en Madrid desde donde la escritora comenzó a ser más conocida y en 1907 ganó un concurso literario organizado por la revista santanderina La Semana con su cuento El Rabión, lo que marcó el comienzo de su éxito como escritora.
Motivada por este éxito, la española inició el trabajo de su primera novela, La niña de Luzmela, que la hizo aún más popular y que cuenta la historia de Carmencita, una niña que acaba de perder a su madre y que no conoce oficialmente a su padre don Manuel, ya que él se presenta ante ella, sólo como su padrino y benefactor.

A pesar de esto, el señor lleva a la pequeña al pueblo de Luzmela, donde finalmente Manuel muere, pero deja a la niña en su testamento y ella queda al cuidado de su interesada tía Doña Rebeca, quien no le profesa el debido afecto.
Yo creo que Concha Espina, con esa bellísima prosa conseguía un retrato exacto y desgarrador de lo que sucedía en la vida de la mujer oprimida de su tiempo. Concha, la que al parecer era muy independiente, conseguía esta especie de revolución (rebelión) vistiendo con la piel de oveja de una novelita rosa
Review del libro La Niña de Luzmela en Goodreads
Ese comentario resume muy bien los tópicos que Espina solía elegir para sus textos. La desigualdad social, el papel de la mujer en la sociedad y la injusticia, reflejando su compromiso con los problemas sociales de su época, fueron temas claves en sus obras.

En cuanto a su es estilo literario, éste se caracterizaba por una prosa pulida y rica en vocabulario y matices poéticos, también por su versatilidad literaria y su exploración de diferentes corrientes literarias, como el romanticismo, el costumbrismo, el realismo y el regionalismo.
Asimismo "se le asoció con el modernismo en algunas de sus obras. Su estilo se caracterizaba por ser ecléctico y evolucionar a lo largo de su carrera, reflejando su situación personal y la necesidad económica que la impulsaba a escribir", señalan críticos expertos.
Pero además de sus dones como escritora, que la llevaron a publicar novelas como Despertar para morir (1910), Agua de nieve (1912) y El metal de los muertos (1920), Dulce Nombre (1921), Espina era una muy buena anfitriona. Intelectuales de renombre como Antonio Maura, Ortega y Gasset, Ricardo León, Antonio Machado, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Pilar Valderrama, lo sabían muy bien.
Todos ellos visitaron alguna vez las tertulias semanales en Madrid que la escritora organizaba conocidas como "los miércoles de Concha Espina".
La incorporación de la mujer a la vida política equivale al descubrimiento de un tercer mundo
Concha Espina
Si bien nunca logró ser una de las mujeres ganadoras del premio, Espina, fallecida en mayo de 1955 a los 86 años, definitivamente marcó a España y el mundo con su obra.
La candidatura al Premio Nobel
Esta influencia en el mundo literario la llevaron a ser nominada en tres oportunidades al Premio Nobel de Literatura, galardón que finalmente nunca logró obtener, pero al que fue nominada hasta en 25 ocasiones por instituciones y personalidades de Estados Unidos, Francia, Chile, Colombia, Checoslovaquia, Italia, Suecia y España.
En 1926 fue finalista por primera vez, no obstante, ese año la Academia Sueca finalmente escogió a la italiana Grazia Deledda, "por sus escritos de inspiración idealista, que describen con claridad plástica la vida en su isla natal y tratan con profundidad y simpatía los problemas humanos en general".
La historia se repitió en 1929 y 1931, años en que finalmente ganaron el alemán Thomas Mann y el sueco Erik Axel Karlfeldt, respectivamente.
¿Por qué nunca ganó? Algunas personas aseguran que se debe al poco apoyo de la Real Academia Española (RAE) a la nominación de la novelista. En Madrid en 2017 se llevó a cabo una exposición sobre Mujeres Nobel, en la que se mencionaba a Espina.
En la muestra se exhibe una carta de 1949, del Conde de Romanones, pro domo sua, en la que se muestra dispuesto “a comenzar la campaña tendente a combatir el viejo prejuicio de que las mujeres no deben ocupar los escaños de los Académicos”. Años más tarde, José Echegaray, se convirtió en el primer español en ganar el Premio Nobel de Literatura.
Pero no todo era el Nobel. Espina logró ganar otros premios:
- 1914: Premio Fastenrath de la Real Academia de la Lengua
- 1918: Premio Espinosa Cortina de la Real Academia de la Lengua Española
- 1924: Premio Castillo de Chirel de la Real Academia Española
- 1926: Premio Nacional de Literatura
- 1927: Banda de Damas Nobles de la Reina María Luisa
- 1927: Medalla de Arte y Literatura de la Hispanic Society
- 1948: Gran Cruz de Alfonso X el Sabio
- 1949: Premio Cervantes de Novela
Legado y reconocimiento
En la actualidad Concha Espina es una figura recordada en España y el mundo de la literatura iberoamericana. "Su dedicación incansable, su lucha por la igualdad y su talento creativo la convierten en una figura destacada en la Edad de Plata de la literatura de nuestro país y un ejemplo a seguir para futuras generaciones de escritoras", señala el Ministerio de Cultura de España en un artículo de la web.

Además, ha sido reconocida en otros aspectos, por ejemplo, en la localidad cántabra de Torrelavega se inauguró en enero de 2007 un teatro municipal que lleva su nombre y Madrid la ha homenajeado con una avenida con su nombre, que cuenta con aproximadamente 1,2 km. También hay un metro de la capital española llamado Concha Espina.
Me pondría nerviosa, si no encontraba, de prisa, la palabra justa, la expresión acorde, pensando que me esperaba !a persona a quien dictase. Escribo yo misma, con un cartón pautado, como los de los ciegos, sobre el que paso el lápiz
Concepción Rodríguez-Espina y García-Tagle (Concha Espina)
Hoy el nombre de esta novelista española, que vivió durante la Guerra Civil Española y falleció en 1955 a los 86 años, continúa en la retina, debido a su aporte en el desarrollo de la literatura española contemporánea, especialmente en el tratamiento de temas sociales.
Ahora que conoces más de su trabajo, te invitamos a leer sus grandes libros o las obras de ganadores del Premio Nobel de Literatura.










Si su nominacion fue en el 26, creo que comparte ese tiempo con otra escritora española si cabe más olvidada, Sofía Casanova. Lo cual no deja de ser curioso.
¡Qué interesante tu aporte! 😊📚 Es cierto que Sofía Casanova también tuvo un papel relevante en la literatura y el periodismo de la época, aunque menos reconocida. Su nominación al Nobel y su trabajo como corresponsal de guerra merecen más visibilidad. ¡Gracias por compartir este dato curioso! 🙌✨