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• Dinos, ¿desde cuándo te apasiona la informática? Cuéntanos (quizás con un poco de nostalgia) tus primeras experiencias con un ordenador.

  Mi historia con la informática empezó con ese típico ordenador familiar que todos compartíamos en casa... y que sufría más pantallazos azules que victorias en el Buscaminas. Recuerdo quedarme embobado viendo cómo se instalaba Windows 98, como si estuviera presenciando algo mágico. El primer programa que aprendí a usar bien fue Paint, y desde entonces no he dejado de toquetear todo lo que tenga teclado, chip o pantalla. La informática, más que una herramienta, se convirtió en una forma de entender el mundo.

• ¿Qué evolución tecnológica te ha marcado más y cuál crees que será la próxima que revolucionará el mercado?

  Diría que internet de banda ancha fue el verdadero punto de inflexión: pasamos de esperar minutos para cargar una página... a tener el mundo entero al alcance de un clic. Pero si hablamos del presente, lo que realmente está cambiando el juego es la inteligencia artificial generativa. Y lo que viene no es menor: la computación cuántica, junto con la integración de IA en dispositivos cotidianos, redefinirá lo que entendemos por tecnología "personal".

• Explícanos tu especialidad, el porqué de tu interés en ella y de manera más general, su importancia en el universo informático.

  Me especializo en programación. Lo que me apasiona de ella es cómo permite resolver problemas reales, ayudar a personas y automatizar tareas repetitivas que antes nos quitaban tiempo (y paciencia). Creo que enseñar esta área es empoderar a otros, porque ya no se trata solo de saber usar la tecnología, sino de entenderla, controlarla y, por qué no, crearla.

• ¿Qué te inspiran personas tan visionarias como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg?

  Me inspiran como ejemplos de cómo una visión clara puede transformar industrias completas. Cada uno con sus luces y sombras, por supuesto. Pero lo que más valoro de ellos es su capacidad de ver oportunidades donde otros solo veían límites. No solo crearon empresas, sino formas nuevas de interactuar con la tecnología. Aunque mi verdadero modelo a seguir es más cercano: cualquier docente o persona autodidacta que, sin medios millonarios, transforma su entorno desde el aula o desde su barrio.

• Cuéntanos una anécdota de tu experiencia como profe o como alumn@.

  Una vez estaba dando clase a un grupo de adultos que decían "yo soy muy torpe con los ordenadores". Les propuse algo muy simple: aprender a crear una presentación sobre algo que les gustara. Una alumna, que nunca había usado PowerPoint, hizo una presentación preciosa sobre sus nietos, con transiciones, música y fotos. Cuando terminamos, dijo "no sabía que yo podía hacer esto". Fue ahí cuando confirmé que enseñar informática es mucho más que enseñar programas: es despertar confianza.

• ¿Qué le dirías a una persona que no está muy habituada a utilizar el ordenador y que dice que "la informática es muy complicada"?

  Le diría que lo complicado es empezar con miedo. La informática no es difícil: solo necesita paciencia, curiosidad y alguien que te acompañe en el proceso. A veces usamos palabras rimbombantes, pero detrás hay cosas muy sencillas: hacer clic, arrastrar, probar. Y cuando uno se da cuenta de que puede... el miedo se va y empieza la diversión.

• Ayúdanos a conocerte mejor ¿cuáles son tus hobbies (estén o no relacionados con la informática)?

  Me encanta cacharrear con tecnología, por supuesto, pero también me apasiona el deporte y viajar. Soy curioso por naturaleza, así que si algo me despierta interés, seguro que intento aprenderlo. Me gusta enseñar, pero también me gusta aprender constantemente. Creo que eso define muy bien mi forma de estar en el mundo.

• ¿Qué hace de ti un/a Superprof?

  Soy un Superprof porque no me limito a enseñar contenidos: conecto con las personas, adapto cada clase a su nivel y forma de aprender, y siempre busco motivar más allá de los libros. Me apasiona ver cómo alguien que empieza con inseguridad termina sintiéndose capaz. No enseño solo informática: enseño autoconfianza a través de ella. Y lo hago con paciencia, humor y compromiso.