El francés es un idioma que hablan más de 320 millones de personas en todo el mundo y hay hablantes en los todos los continentes. Además, es lengua oficial en 32 estados. Para los españoles y los europeos occidentales en general, es uno de los idiomas más fáciles de aprender porque tiene raíces comunes con el español y las demás lenguas latinas, como el italiano, y también con lenguas no latinas como el inglés.
Sin embargo, el aprendizaje de una lengua no se consigue de un día para otro, sino que requiere tiempo, una inversión personal, dedicación; además de conocer los fundamentos básicos de la gramática francesa, la sintaxis, la ortografía y el vocabulario más usado. Pero lo que marcará la diferencia es saber expresarse, tanto de forma oral como escrita.
El francés tienen una fonética que puede ocasionar verdaderos quebraderos de cabeza a los hispanohablantes. Por ejemplo, en francés hay 11 sonidos vocálicos, mientras que en español solo 5.
Pero ¿cómo se puede tener una conversación en francés cuando no se conoce mucho el idioma, cuando se tiene un vocabulario limitado, cuando balbuceamos para evitar equivocarnos?
En este artículo, te hablamos de trucos que te ayudarán a desenvolverte bien en cualquier conversación y así progresar en francés. Ser capaz de comunicarse en francés con un nativo o alguien que lo hable es esencial.
Aprender a hablar en francés también implica conocer las expresiones útiles en una conversación. No hace falta obligatoriamente un diccionario español-francés. Simplemente bastará conocer las frases clave para comunicarse y conversar. Para ello, puedes aprender mientras te diviertes, sin dejar a un lado la formación más académica.
Apunta estos consejos y serás capaz de tener una conversación en francés en poco tiempo. Aquí te dejamos otros consejos para mejorar el nivel de francés.
Ser consciente de tus dificultades en francés
Todo el mundo lo sabe: hablar un idioma en unos meses casi imposible e, incluso si llevas estudiándolo durante más tiempo, nadie te reprochará nada si cometes errores, menos los franceses. Puristas de su lengua, esperarán por tu parte una pronunciación impecable aun si acabas de empezar a aprender el idioma.

Por tanto, el primer consejo que te damos para mejorar tu expresión oral en francés es que entrenes la paciencia y que identifiques cuáles son tus dificultades.
Es normal que te frustres por no poder decir en francés lo que piensas en español, pero a veces hay que ser humilde y reconocer que se tienen límites.
Al identificar lo que sabes, lo que quieres aprender y lo que no sabes, puedes hacer la distinción en tu aprendizaje, lo que te ayudará a mejorarlo y ser más eficaz.
Cuando hables con un francés, intenta hacerte entender para que no haya malentendidos y no pierdas la confianza en ti mismo, ya que en todo aprendizaje siempre hay altibajos.
Todos los estudiantes atraviesan períodos de brillantez en los que se tiene la impresión de aprenderlo todo muy rápido y otros momentos en los que uno cree que se estanca y que parece que ya no aprende nada. Estas fases son normales y hay que aceptarlas.
Al saber el camino que ya has recorrido y el que te queda por aprender, siempre harás progresos. Hablamos del autodiagnóstico. Si identificas lo que tienes que trabajar, reajustarás tus conocimientos sobre los verbos, los adjetivos y los sustantivos, tendrás una visión clara de todo y ese será un signo evidente de que vas por el buen camino para aprender el funcionamiento de la lengua francesa.
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Trabajar mucho la pronunciación
Aprender francés y hablarlo cuando no es tu lengua materna implica necesariamente cometer errores.
Ya sea por la falta de conocimiento de palabras en francés o el vocabulario que a veces es aproximado o demasiado simple, por errores de gramática y de conjugación o por errores de sintaxis, a menudo hay algo que no es perfecto. Pero esto habitualmente forma parte del aprendizaje de un idioma; estos errores los cometes tú como puede cometerlos cualquier persona que no sea francófona; o incluso siéndolo.

Teniendo en cuenta esto, nadie te va a quitar el trabajazo que supone conseguir una buena pronunciación en francés. Las diferencias fonéticas entre español y francés tienen como consecuencia que haya sonidos que no están presentes en el español y no hemos adquirido de manera innata; por lo que toca aprenderlos y practicarlos de una forma más académica.
De todos modos, si vas a Canadá o visitas algunas ciudades francesas como Lyon, Marsella o Nantes, te darás cuenta de que la forma de pronunciar algunas palabras varía. En el francés, al igual que en la mayoría de los idiomas, hay dialectos con diferencias significativas.
De todos modos, y sobre todo al principio, piensa que los errores lingüísticos no importan tanto si tu interlocutor ha conseguido entenderte: eso demostrará que has sabido transmitir tu mensaje correctamente.
Después, con experiencia, un buen diccionario francés y mucha práctica, podrás mejorar el vocabulario, las inflexiones, la entonación, las conjugaciones, etc.
Truco
Si no consigues decir una palabra en concreto, intenta encontrar un equivalente, un sinónimo.
También puedes aprender algunas frases útiles en francés como «¿Cómo se dice X en francés?». No dudes en hacerle preguntas a tu interlocutor, como «¿Qué significa esa palabra?». Por un lado, mostrarás interés en la conversación y él estará encantado de ayudarte y, por otro, podrás aprender vocabulario nuevo con su correspondiente pronunciación, descubrir nuevas estructuras sintácticas e incluso aprender un vocabulario más familiar o de argot.
Tanto si tu interlocutor es tu profesor de francés como si es un nativo, pregúntale siempre lo que no entiendas y pídele que corrija tus errores, por lo menos los más importantes.
Por último, si por un descuido molestas a tu interlocutor, discúlpate inmediatamente y explícate: «Perdón, soy español, no hablo muy bien francés. Lo estoy aprendiendo». Si ves que se ríe o frunce el ceño, pregúntale qué pasa para dejar las cosas claras lo antes posible.
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Manifestar a tu interlocutor que te cuesta expresarte en francés
Cuando estés con tu interlocutor, no dudes en sincerarte con él. En lugar de que haya malentendidos, o incluso le ofendas o le mosquees, es preferible admitir que tienes dificultades para hablar en francés de manera fluida y comprensible.

Al hacer este acto de valentía y de reconocimiento de tus límites y de asumir públicamente que tienes dificultades a la hora de expresarte en otro idioma, a tu interlocutor le gustará tu sinceridad y será compasivo contigo.
Lo importante, no lo olvides, no es decir bien las cosas, sino poder transmitir tu mensaje. Al mostrar tus límites y pedir ayuda, seguro que aprendes algo nuevo en francés.
A tu interlocutor le tranquilizará saber cuáles los tus límites y, sobre todo, que tú los admites, y estará encantado de ayudarte a entender y traducir algunas palabras.
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Hablar en presente
A menudo, cuando se aprende un idioma como el francés, oyes palabras que parecen familiares, pero que no se parecen en nada a lo que has aprendido. Sobre todo ocurre con los verbos: no los reconoces porque es habitual que cambien totalmente dependiendo del tiempo verbal que se utilice. Puede pasar cuando tu interlocutor hable en pasado, utilice el condicional o te proponga quedar para el día siguiente con un futuro hipotético. Por ejemplo, para el verbo savoir, el presente de indicativo es je sais y el imperfecto de subjuntivo es je susse.
Cuando se aprende francés, uno de los puntos básicos del aprendizaje es conocer los diferentes tiempos verbales, tanto de los verbos regulares como de los irregulares, pero para no equivocarte, hacerte entender perfectamente y sobre todo no liarte con los diferentes tiempos verbales, habla siempre en presente. Aunque no sea correcto sintácticamente, lo importante es que transmitas lo que quieres decir.

¡Obviamente te aconsejamos esto para un nivel inicial! Es decir, no te quedes con la palabra en la boca por no saber conjugar un verbo; pero eso no quita que luego estudies a fondo las conjugaciones.
Y para aprender a dominar los tiempos verbales en niveles superiores, puedes:
- Ir a clases de francés con un profesor que te proporcionará listas de verbos con las conjugaciones que hay que aprender de memoria.
- Hacer tus propias listas de verbos con tablas de las conjugaciones más importantes (passé composé, imperfecto, futuro, condicional y presente).
- Hacer también listas de vocabulario, tratando de integrarlo en situaciones concretas.
La ventaja de hacer tú mismo las listas de palabras es que las retendrás más fácilmente y que sabrás utilizarlas en las situaciones adecuadas.
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Tranquilizarte y concentrarte antes de hablar
Si ya has llevado a cabo estos pasos y los resultados no son los esperados, párate un momento a pensar sobre tu aprendizaje. Respira hondo, tranquilízate y reflexiona.
Cuando tengas que traducir una palabra o una expresión o tengas que entender lo que dice tu interlocutor y tengas problemas para hacerlo, recuerda las bases de tu aprendizaje. Siempre hay una manera de rectificar intentando entender y descomponer la palabra o expresión en cuestión.
Por lo tanto, la clave está en aprender a expresarte con confianza.

La dificultad a la hora de aprender francés no es un muro infranqueable; al contrario, tienes que verlo como un desafío que hay que superar y encontrar una manera de manejar la situación explicándote lo mejor posible.
Pregúntale directamente a tu interlocutor qué quiere decir y pídele que hable más lentamente y que articule mejor las palabras. Dile que no eres nativo francés, pero que estás aprendiendo el idioma.
Asume lo que dices, aunque no pares de cometer faltas o incoherencias y dilo con confianza. Probablemente tu interlocutor te corregirá y así podrás progresar en tu deseo de hablar francés correctamente.
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Ir a clases de conversación
Si realmente no tienes el nivel suficiente para seguir una conversación en francés, puede ser interesante que optes por ir a clases con un profesor con experiencia. Ya sea con un curso de francés online, clases nocturnas en un instituto, clases en una academia de idiomas o clases particulares con un profesor autónomo, seguro que encuentras las clases que te ayuden a mejorar tu nivel de francés.
Gracias a tu profesor, practicarás tu expresión oral y escrita en francés y esta práctica te ayudará a estar más cómodo para conversar de manera más fluida.

¿Por qué tomar clases de francés? Aquí tienes algunas ventajas:
- La oportunidad de hablar y de sumergirte completamente en un ambiente francófono, tú solo con tu profesor o en grupo con otros alumnos. Así mejorarás tu comprensión oral.
- Las clases de francés te enseñarán a cambiar tu vocabulario y expresarte para que tus interlocutores te entiendan.
- El profesor es un profesional, te proporcionará un buen método de enseñanza y te ayudará a mejorar.
En resumen, nosotras te recomendamos encarecidamente que vayas a clases de conversación en francés porque es lo que mejor funciona para practicar la lengua a nivel oral. Un profesor que prepare las sesiones y que sepa cómo mantener una conversación para que mejores tu nivel de idioma es lo ideal.
También tenemos para ti 5 métodos para aprender francés cuanto antes.
Anticiparse a la situación
Si ya sabes de antemano que vas a tener que enfrentarte a una situación en la que tendrás que comunicarte en francés, lo más lógico será prepararla previamente.
Aunque es cierto que puede darse una situación repentina, lo más frecuente es que sepas que vas a tener que comunicarte en otro idioma.
Imagínate que vas a clases particulares de francés. Normalmente en los cursos de idiomas los profesores intentan que las clases sean interactivas para que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido y cojan fluidez a nivel oral desde el primer día. Por lo tanto, es muy probable, que el profe te mande leer en alto, hacer algún juego de preguntas y respuestas, o hacer un pequeño monólogo sobre algún tema.
Lo mejor, en consecuencia, es que vayas con los temas al día. Justo antes de la clase repasa el vocabulario y lo que has visto el día anterior. Así mismo, si el profe os ha mandado ejercicios para casa, hazlos siempre que puedas.
Desde el momento en el que empiezas a aprender un idioma, tienes que intentar estar en inmersión lingüística el mayor tiempo posible, las clases al final son solo una pequeña parte de un todo; de todo lo que tienes que hacer para aprender francés, inglés o cualquier otro idioma. Por ello, no te limites a ir solo a clase. Aunque estés atento y participes, no es suficiente con esas horas de curso.
Pensando en otro ejemplo, si te vas a ir de viaje a un lugar en el que se habla francés, prepárate unas frases antes de irte. Por un lado, hazte un minidiccionario con palabras que sabes que se usan mucho en un viaje.
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Te recomendamos: algo básico para entender direcciones (izquierda, derecha, calle, plaza...), algo relacionado con la comida y los restaurantes (agua, plato, verdura, pollo...) y lo que vayas a visitar y donde vas a quedarte a dormir (hotel, monumentos, supermercado, farmacia...). Además, si tienes alguna necesidad especial, imagina, a modo de ejemplo, que eres alérgico al gluten, es mejor que lleves siempre todas las palabras clave en francés (sin gluten, alergia al trigo, celíaco...).
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Otro caso, podría ser que vayas a conocer a una persona que habla francés. Obviamente es imposible prepararte todos los temas que pueden salir en una conversación; pero sí puedes tener aprendidas y ensayadas expresiones que siempre se dicen cuando conoces a una persona: ¿a qué te dedicas?, ¿dónde vives?
Del mismo modo, practica también las respuestas para saber contar un poquito sobre ti. Aunque después no puedas seguir toda la conversación en francés, ya habrás creado un ambiente cómodo y tu interlocutor seguramente hará todo lo posible para que lo entiendas o intentará atreverse con el español u otro idioma que tengáis en común.
Y es que cuando aprendes un idioma y empiezas a moverte en ambientes multilingües, la gente está mezclando varios idiomas todo el rato. Al principio puede que te cueste cambiar de una a lengua a otra tan rápido, pero después lo harás sin darte cuenta. Empezar la conversación en un idioma y acabarla en otro. Hablar en una lengua y meter expresiones en otra.
Así es la vida de los bilingües. Y es que aprender idiomas y conocer varias lenguas es tener la posibilidad de acceder a muchos más recursos, otras realidades, llegar a más personas y culturas.
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Hablar por teléfono en francés
El teléfono es una gran herramienta que nos permite comunicarnos. Sin embargo, no es lo mismo que comunicarse en persona, ni tampoco por videollamada; y es que perdemos algo fundamental, la visión de la cara y de la expresión de la otra persona.

Quizás no hemos sido conscientes de este hecho hasta el año 2020, en el que hemos descubierto que con el uso de la mascarilla hay ocasiones en que tenemos dificultad para comunicarnos. Los labios y la expresión facial son clave en la comunicación entre personas, la voz no lo es todo.
Cuando hablamos por teléfono solo tenemos la voz. Además, nos llega por un canal artificial, lo que a veces genera distorsiones en el tono.
Por todas estas razones, hablar por teléfono dificulta la comprensión del mensaje. Cuando lo haces en una lengua que dominas, no suele haber problema, ya que aunque te pierdas algunas palabras puedes entender el sentido de la frase. Pero con una lengua extranjera, como sería este caso el francés, la situación se dificulta, y la perdida de información puede hacer que no llegues a entender el sentido del mensaje.
Entonces, ¿qué pasa cuando solo tenemos la voz? La comprensión se dificulta. Para que este problema no se convierta en una montaña, te recomendamos que te enfrentes a él desde el principio. Forma parte de las habilidades en francés que tienes que adquirir.
Te dejamos este vídeo de esta divertida pareja francohispana para que conozcas expresiones muy útiles si recibes o tienes que hacer una llamada en francés.
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Conocer las fórmulas de cortesía
¿Te llama la atención este consejo? Es cierto que no es en lo primero que piensas al estudiar francés, pero verás que es más importante de lo que creías inicialmente.

En algunos países francófonos, especialmente en Francia, el uso de fórmulas de cortesía es muy habitual y en contextos del día a día; la famosa politesse française. Hay que saber que es una cultura menos próxima que la española, por lo que el interlocutor francés acostumbra a marcar una mayor distancia lingüísticamente hablando.
Un ejemplo de ello es el extendidísimo uso que tiene la fórmula culta usted, en francés vous. Así como en español el usted o ustedes, entendido en su forma culta y registro formal (en muchas zonas hispanohablantes se utiliza como sinónimo de tú o vosotros) apenas se usa.
Sin embargo, en Francia el vous se utiliza prácticamente a diario. Cuando nos dirigimos a una persona que no conocemos, cuando aún no tenemos confianza con una persona que estamos conociendo, hacia personas mayores que nosotros... Incluso con personas que sí conocemos pero entre las que existe una jerarquía: profesor-alumno, trabajador-empleado.
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Hablar asiduamente francés
Puede parecer algo obvio, pero ¿lo cumples?
Asiduamente no es media hora a la semana en clases de francés. ¡Que sería lo mínimo! Lo ideal es que incluyas hablar francés en tu rutina diaria o al menos varios días en tu rutina semanal.
¿Y cómo hacerlo? Para hablar francés frecuentemente puedes recurrir a varias opciones.
Intercambio lingüístico
De las mejores opciones para conocer otra lengua y cultura. Se trata de contactar con una persona que hable el idioma que a ti te interesa aprender y que a esa persona le interesa el idioma que tú hablas.

El intercambio lingüístico se puede desarrollar de dos formas. Una opción es hacer un encuentro en un idioma y hacer el siguiente en el otro idioma; o en un mismo encuentro hablar la mitad del tiempo en un idioma y la otra mitad en el otro idioma.
Como se trata de algo informal, es cosa vuestra poneros de acuerdo: cuándo quedar, dónde (o hacerlo online por videollamada), con qué frecuencia...
Así mismo, puede ser en cualquier contexto, como si quedases con un amigo: desde un paseo, tomar algo en un bar o hacer cualquier actividad.
El objetivo es practicar el idioma. Te podemos contar que hay muchos casos en los que gracias a estos intercambios han surgido grandes amistades, ¡e incluso grandes amores!
¿Estás motivado? Solo queda saber dónde encontrar a tu otra mitad lingüística. Te recomendamos apps como Tandem, italki o Speaky.
Cafés de lenguas
Con esta opción avanzarás más rápidamente y te obligarás a hablar en francés. Suele ser un grupo organizado que queda para practicar una lengua extranjera. A veces se da la opción de contratar a un profesor de francés para tener unos horarios fijos y saber seguro que vas a tener una conversación de una o dos horas a la semana en francés. Así te aseguras que vas a mantener una conversación fluida sí o sí. Con el plus de que, al ser con un profesor, podrá corregirte y guiarte.
Lo habitual es que el profesor adapte la conversación al nivel del grupo y que escoja los temas según dicho nivel de idioma. Además, los hay que dan listas de vocabulario y estructuras conversacionales para cada tema que se trata. Así, podrás repasar a posteriori las expresiones y palabras para luego conseguir una conversación más fluida.
Lo bueno es que la conversación es en un ambiente distendido. Como si estuvieras tomando un café con amigos, pero teniendo una guía de conversación.
El único inconveniente será el precio. Esta opción obviamente no es gratis y además las clases de conversación pueden ser más caras que las clases de idioma estándar. Eso sí, café o té incluido.
Hacer monólogos
O lo que es lo mismo, hablar contigo mismo. Si no tienes con quien mantener una conversación en francés o te da vergüenza, sobre todo el principio, practica por tu cuenta.
Haz monólogos y hazte preguntas. No se trata de que lo digas perfecto, sino de que cojas soltura al hablar y te sientas cómodo expresándote en otra lengua.
Además de lo que te hemos contado en estas líneas, ten en cuenta que hay un montón de recursos para aprender francés y miles de profes dispuestos a ayudarte. En la capital catalana, por ejemplo, puedes beneficiarte de nuestros cursos de francés en Barcelona.
Entrena tus habilidades en francés y conseguirás mantener una conversación en francés más pronto de lo que crees.
C'est partie!