«Antes de reclamar el tiempo que se puede dedicar a la cultura corporal, debemos comenzar por hacer uso de lo que tenemos». - Pierre de Coubertin

Existen numerosas disciplinas que están en auge en la actualidad; disciplinas que responden a las preguntas y pensamientos de una época determinada o un segmento de la población, disciplinas que podrían practicar la mayoría y que, de hecho, las practicamos en masa.

Este es el caso del pilates. Este método, inventado por Joseph Pilates en el siglo XX, es la encarnación de lo que más busca nuestro tiempo a la hora de mejorar su condición física durante cada ejercicio: vincular el cuerpo, la mente y el espíritu.

El éxito de esta práctica es innegable, algo que podemos ver reflejado en el número cada vez mayor de adeptos. En Superprof, por ejemplo, hay más de 180 profesores de pilates solo en Madrid. Una cifra que da testimonio del entusiasmo que todos tenemos por el fitness y el bienestar, la tonificación, la gimnasia o incluso la flexibilidad.

No faltan clases de pilates en todos los gimnasios, pero cómo se desarrolla una clase de pilates. Este será nuestro objetivo en este artículo.

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Vamos

¿Cuánto dura una sesión de pilates?

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No hay un momento adecuado o inadecuado para comenzar una clase de pilates; simplemente se trata de sentir la necesidad. Por la mañana antes de ir a trabajar, por la noche después de un día duro, durante la pausa del almuerzo, cualquier momento es bueno.

De media, una sesión de pilates dura unos 45 minutos, ya se trate de una clase grupal o de una clase individual. Este tiempo es el tiempo que necesitarás para poner a trabajar los músculos, la columna o incluso corregir el comportamiento postural del cuerpo.

Por lo tanto, deberás acercarte al pilates sin presiones, combinando fortalecimiento muscular, GAP, estiramientos y un entrenamiento suave para los abdominales.

Una sesión se divide de la siguiente manera:

  • Un momento de calma, de relajación, para preparar la sesión.
  • La secuencia de posturas y ejercicios propuestos por el profesor.
  • Un tiempo de estiramientos y equilibrio postural, para permitir que el cuerpo se reestructure.

El profesor te recordará los 5 puntos de referencia del curso, a lo largo de las sesiones. Los cinco marcos de referencia son una cierta idea de los «pilares», que sirven para ejecutar mejor los movimientos. Es importante saber seguirlos para ser lo más eficiente posible en tus posturas. Estos cinco pilares son los siguientes:

  • La pelvis neutra (la alineación de las curvas del cuerpo).
  • La participación del centro (contrayendo el piso pélvico y los músculos transversales).
  • Hombros y omóplatos (hombros bajos, lo suficientemente lejos de las orejas y omóplatos fijos).
  • La parte posterior del cuello (asegúrate de alargarla, como si fueras a crecer).
  • Respiración por el pecho o las costillas (esto implica inhalar por la nariz mientras se mantiene el vientre bien metido, luego exhalar por la garganta, con la boca bien abierta).

Con estos cinco puntos, podrás realizar tu sesión de pilates de una forma eficaz y práctica. Estos principios deberás tenerlos en cuenta desde el principio hasta el final de cada clase.

En casi una hora, el cuerpo tendrá tiempo de reequilibrarse, de tener en cuenta y trabajar cada movimiento, así como de estar lo más cómodo posible con la disciplina.

Así que no te resistas a una clase de prueba, ni siquiera a una suscripción completa a pilates, verás, qué rápido se te pasa la clase, ya que el hecho de ganar flexibilidad o relajar la columna será beneficioso y te motivará a ir aún más lejos.

De hecho, una sesión demasiado larga quizás contendría demasiado cardio, mientras que una sesión demasiado corta nos obligaría a restringirnos demasiado, a medir nuestros esfuerzos o a darlo todo de una vez, lo que sería contraproducente para nuestro desarrollo. En resumen, el tiempo es importante, ¡y tus clases de pilates así lo reflejan!

El papel del profesor de pilates

papel profesor pilates
El profesor de pilates no será más que un apoyo, un guía, un aliado, para progresar con éxito durante tu sesión de pilates.

Imagínate que das una clase de pilates sin ningún tipo de indicación, procedimiento, sin seguir unos pasos concretos para ejecutar las posturas. Sería una locura. El profesor es fundamental para el buen funcionamiento del curso.

Un profesor de pilates es como un instructor. Te ayudará y guiará para que puedas encontrar el equilibrio adecuado entre cuerpo, mente y espíritu. Te permitirá vincular los tres gracias a una serie de movimientos y ejercicios de fortalecimiento muscular, relajación, o mientras tomas conciencia de las dolencias que puedas tener gracias a una serie de criterios posturales.

Tu profesor sabrá qué tipo de ejercicio será más adecuado para ti si tienes algún tipo de dolencia. Incluso recurrirá, en ciertos momentos y más raramente, a la sofrología, para que puedas lograr tus objetivos concretos, ¡y todo esto sin necesidad de demasiado material!

Una gran ayuda, por lo tanto, que guiará el curso desde el primer minuto hasta el final, y que sabrá, si es bueno, captar nuestra atención y hacer que participemos para no desmotivarnos y seguir trabajando los ejercicios hasta el final. Porque  el pilates sigue siendo y seguirá siendo una práctica deportiva, dentro de la cual es bastante posible fijarse diferentes objetivos.

No dudes en cambiar de profesor si el que tienes no parece cumplir con tus expectativas. Encontrarás diferentes profesores de pilates en una misma ciudad.

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El transcurso de una sesión de pilates

estiramientos pilates
Estirarse, encontrarse con el cuerpo, la mente y el espíritu, son las piedras angulares del método pilates. Sin duda, este deporte es uno de los más completos para todo. ¿Por qué no lo pruebas?

¿Cómo se desarrolla una clase de pilates?

La primera clase de pilates

En primer lugar, debes saber que la primera clase suele ser una clase que prepara el escenario para la disciplina, que ofrece una buena introducción. Por lo tanto, entenderemos un poco sobre la historia de la disciplina, descubriremos cómo se inventó la técnica, su fecha de creación, el nombre de su fundador, su historia y su evolución, etc.

Todo ello constituirá la base de nuestro aprendizaje, ya sea ocasional o regular, y nos permitirá comprender mejor la secuencia de ejercicios que haremos, ya sea en clases particulares o en clases grupales, en la capital o fuera, con o sin material.

Será absolutamente imprescindible llevar un atuendo adecuado, que entenderás en la primera clase: unas mallas y una camiseta, o cualquier otro tipo de prenda con el que te sientas cómoda, algo fundamental.

Si llevas el atuendo adecuado para el ejercicio y para realizar movimientos amplios, ¡estarás listo para embarcarte en una sesión de pilates!

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El contenido de una clase de pilates

Una clase de pilates se desarrolla en tres etapas bien diferenciadas: la introducción suave, las posturas y el tiempo de estiramiento. Ten en cuenta que en muchas clases, a diferencia de lo que pueda parecer, no necesitarás ningún tipo de material.

clases de pilates
Una clase de pilates es ante todo un estado de ánimo, una forma de vida, más allá incluso de ser un nivel de salud o una necesidad. Sin duda, el desarrollo de la sesión es uno de sus símbolos.

El inicio de la clase se realiza sentado o acostado, a partir de los cinco sistemas de referencia. Posteriormente, en un segundo paso, el profesor irá marcando la pauta para la secuencia de posturas. Ninguna sesión de pilates será igual, ya que el entrenador se adapta a su público, a su motivación, a su morfología, etc.

De acuerdo con los principios básicos de la disciplina, se realizan una serie de movimientos y ejercicios de respiración para lograr de la mejor manera el objetivo que te hayas propuesto.

Puedes utilizar diferentes materiales para conseguir tus diferentes objetivos. Entre ellos, además de la esterilla, encontramos:

  • Un balón
  • Una banda
  • Un rodillo (de goma)
  • Un círculo de Pilates

Solo las salas especializadas ofrecen aparatos más avanzados. Pero no hace falta decir que un curso de pilates no tiene por qué recurrir a este tipo de materiales.

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En cualquier caso, el profesor siempre está ahí para corregirnos, para decirnos que este o aquel movimiento está mal ejecutado, que corremos el riesgo de hacernos daño, o simplemente para felicitarnos. Porque sí, también tenemos derecho a hacer las cosas bien en pilates.

Finalmente, el tercer paso, que también es el último, consiste en, de forma colectiva o individual, tomarnos un rato de tranquilidad para recargar las pilas, descansar el cuerpo y respirar.

Todo esto se hace a través de estiramientos, posturas más suaves, para darles gracias a nuestro cuerpo por lo que acaba de lograr.

El método pilates es ese tipo de disciplina que permite, por ejemplo, ganar flexibilidad o tonificar, pero lo más motivador puede ser demostrarlo de forma concreta a los alumnos. La ayuda de un profesor también es siempre bienvenida, para impulsarnos y ayudarnos siempre a ir más allá, ¿no lo crees?

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Elvira Aguilar González

Soy traductora y profesora de inglés, francés y español. Disfruto leyendo y viendo series de televisión cuando el tiempo libre me deja. «Tell me and I forget. Teach me and I remember. Involve me and I learn» - «Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo».