«Estudia mientras otros están durmiendo; trabaja mientras otros están holgazaneando; prepárate mientras otros están jugando; y sueña mientras otros están deseando». – Arthur Ward
¿Ha llegado ese momento que tanto ansiabas de la jubilación? ¿Por fin tienes tiempo para ti? ¿Por qué no aprovechar ese tiempo para estudiar y explorar alguna de esas disciplinas que te interesan pero que habías dejado de lado?
Después de una vida profesional ajetreada, las personas mayores tienen la oportunidad de tener acceso a la educación y adquirir nuevas habilidades gracias a la Universidad para Mayores. El momento perfecto para retomar una formación abandonada, obtener un diploma, explorar otra disciplina o simplemente seguir ampliando el conocimiento por mero placer.
¿Estás jubilado y quieres estudiar en la universidad? Aquí te dejamos algunas de las razones por las que retomar tus estudios.
Vivir con los tiempos
Muchas personas, una vez jubiladas, deciden volver a estudiar para no sentirse abrumadas por el mundo en el que viven.
A través de la Universidad para Mayores, toda la formación que puedan recibir les permitirá mantener el ritmo actual de la vida activa y adquirir nuevos conocimientos y habilidades.

Los jubilados que suelen realizar este tipo de formaciones no buscan obtener un título oficial para empezar a trabajar, sino seguir aprendiendo e interactuando con los otras personas.
En un mundo donde todo se mueve muy rápido, para muchos jubilados es importante seguir asistiendo a la universidad o a otro tipo de centro de formación, ya sea presencial o remotamente, para poder mantenerse informados de las últimas investigaciones y avances.
Formar parte de una organización de formación o de estudios superiores permite a los mayores mantenerse en forma tanto intelectual como físicamente. Nada mejor para este objetivo que interactuar y dejarse estimular por las cabezas pensantes de personas más jóvenes.
No obstante, no te preocupes, este tipo de universidades no buscan que tengas que repasar todo desde la guardería. Para acceder solo necesitas tener los conocimientos suficientes de lectura, cálculo y escritura, así como la capacidad para seguir una clase o una conferencia. No tendrás que realizar ninguna prueba de acceso ni tener una titulación previa.
La vida universitaria para socializar
La educación universitaria resulta de gran interés para los adultos mayores, porque, al tener la oportunidad de tratar con estudiantes más «jóvenes» (recuerda que la Universidad de Mayores está hecha para personas que tengan 45 años o más), socializan y salen del aislamiento que muchas veces se vive con la jubilación.
Esta socialización intergeneracional es muy estimulante para el público de diferentes edades y permite evadirse unas horas durante el día.
De hecho, retomar los estudios es un hecho habitual para muchos jubilados que admiten haber perdido ciertos lazos sociales al haber finalizado su actividad profesional.
Esta mezcla de generaciones resulta beneficiosa para todos, ya que cada generación puede adquirir habilidades complementarias a la formación que se haya escogido.
La pausa entre clase y clase puede servir para conversar sobre numerosos temas como empleo, las necesidades de las empresas gracias a la trayectoria profesional del jubilado, ¡o incluso cómo enviar un mensaje por WhatsApp y registrarse en Facebook!
Cada generación obtiene beneficios e intercambia sus habilidades; no obstante, los principales beneficiarios son los mayores que logran aquello que tenían marcado como pendiente.
Volver a la escuela para estimular el intelecto
También se da el caso de algunos jubilados que desean reanudar sus estudios porque tienen una gran necesidad de aprender y crecer.

Desde los años setenta, el número de alumnos más mayores que se han sentado en las aulas ha crecido exponencialmente en el mundo estudiantil, lo que demuestra las ganas de aprender de los de sesenta y más.
Debido a que es importante enriquecer tus conocimientos, esta cifra no deja de aumentar año tras año.
Con una mejor salud en general, los jubilados no quieren experimentar la rutina diaria de una «persona mayor». Tienen mucho tiempo para dedicarlo únicamente a estar sentados en su sillón todo el día viendo la televisión.
Mantener sus cerebros en constante movimiento es una prioridad para mantenerse joven de corazón.
Además, según el sociólogo Serge Guérin: «Mantener el cerebro activo previene enfermedades neurológicas y nos ayuda a mantenernos en forma».
Gracias a su trayectoria profesional y a los puentes que tiende la educación superior, los mayores podrán apuntarse a todo lo que aparece a continuación:
- Acudir a actividades de formación
- Seguir un grado universitario
- Obtener una formación a medida
- Realizar una formación inicial y continua en la universidad
- Realizar un máster especializado
- Tener acceso a una formación en remoto con la UNED
- Poder reciclarse y cambiar de trabajo
- Dar clases particulares por la noche
- Asistir a seminarios
Consulta los cursos que ofrecen las universidades que tienes cerca de ti. Si tienes alguna duda, tu futura universidad podrá respondértela y enviarte un catálogo de carreras universitarias.
Historia del arte, literatura, ciencias políticas, sociología, salud, lenguas modernas, estadística... ¡podrás aumentar tu nivel de estudios sin presión, solo por el placer de desarrollar tus habilidades!
Conocer a otros apasionados con una formación a medida
Una vez que hayas consultado la lista de cursos que ofrecen las universidades y los centros de formación que tengas cerca, llegará la hora de empezar.
Buscar una formación puede llevar su tiempo, pero quizás ya estés pensando en una carrera universitaria que siempre has querido hacer, una pasión que nunca has podido estudiar por falta de financiación o por otros motivos…
¡A por todas!

La jubilación es el momento perfecto para explorar nuevas posibilidades y adquirir nuevos saberes.
Lejos de los requisitos previos, ¡podrás experimentar con el conocimiento universitario sin la presión de tener que aplicarlo en tu desarrollo profesional!
De hecho, ya sea para actualizar tus conocimientos o simplemente empezar de cero en tus estudios, tu proyecto formativo será solo cosa tuya.
Al especializarte en un campo concreto, conocerás a personas apasionadas y conocedoras del tema.
Con la edad y la experiencia, te resultará mucho más fácil expresarte y no te sentirás tan intimidado al hablar con expertos, investigadores y asociados.
Para aprender y comprender todo sobre una especialización, agradecerás poder estudiarla más adelante.
Usar tu tiempo sabiamente
Como ocurre con muchos jóvenes, el deseo de ser independiente desde el punto de vista financiero suele ser una de las razones que nos precipita a lanzarnos al mercado laboral.
Muchos abandonaron sus estudios de educación superior antes de tiempo para trabajar y ganarse la vida. Los estudios no eran tan «importantes» para las generaciones de los nacidos en los años 50 y en los años 60.
Al jubilarse, se dan cuenta de que han precipitado su entrada en el mercado laboral en detrimento de las titulaciones universitarias.
¿Te suena de algo? Si este es tu caso, ¿por qué no utilizas el tiempo que tienes durante la jubilación para estudiar aquello con lo que sueñas?
Gracias a una formación en la Universidad para Mayores, podrás
- Obtener un certificado profesional
- Hacer un doctorado
- Reciclarte profesionalmente
- Realizar una formación a distancia
- Hacer un grado universitario
- Realizar un máster...
- ¡Así como una infinidad de posibilidades más!
¡Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo o para retomar los estudios universitarios! Si necesitas un empujoncito, siempre puedes contar con nuestras clases particulares; ¡la primera es gratis!
Compaginar empleo y jubilación gracias a las competencias profesionales
Algunas personas que se aproximan ya a la jubilación (mayores de 55 años) deciden retomar sus estudios para formarse y compaginar empleo y prejubilación.

La disminución de los ingresos (o bien porque estés en el paro o bien porque tienes un salario pequeño) puede ser confusa y el nivel de vida puede cambiar drásticamente.
De este modo, son muchas las personas que prejubiladas y jubiladas deciden combinar jubilación y empleo. La oportunidad de dar un nuevo impulso profesional y de llevar a cabo nuevos proyectos es valiosísima.
Hay mayores que sienten parte del mercado laboral y son incapaces de dejar de trabajar, a pesar de haber cumplido con el tiempo de trabajo.
Para mejorar su formación, hay quienes sueñan con estudiar para ampliar sus conocimientos y ser capaces de ascender, si es que es posible.
De este modo, desde Superprof te recomendamos que te formes para desarrollar tu red social, mantenerte en forma mental y física, y seguir aprendiendo cosas nuevas.
Ya conoces algunas de las razones para perseverar en tu formación durante la jubilación. Entre placer y necesidad, los paradigmas cambian y hay que saber evolucionar para no quedarse atrás.






Justo jubilarme tras una vida laboral estresada me matriculé en la UdL en un grado de «Letras» de forma presencial y un tanto relajada y la experiencia fue positiva fundamentalmente por la interacción social y profesional con alumnos veinteañeros , profesorado. Aquí
es donde mayores diferencias hallé entre las prioridades de vida. Agradezco a todos los que tuvieron que soportarme por dejarme vislumbrar levemente sus «querencias» e ilusiones. Aún estoy digiriendo estos sabores nuevos del XXI que me han empujado a un Master en en estos próximos dos años.
Muy interesante testimonio, Joan. Gracias por compartirlo con nosotros :)