Indice
- 01. El etrusco: el antepasado de nuestro alfabeto latino
- 02. El alfabeto latino: el sistema de escritura romano
- 03. El alfabeto latino: desde la mayúscula hasta la llegada de la minúscula
- 04. Algunos hechos interesantes sobre el alfabeto romano
- 05. La aparición de la imprenta y la evolución moderna de nuestro alfabeto
- 06. El latín en la actualidad
- 07. Las lenguas que nacieron del latín
Todo hombre que posee un alfabeto es un escritor que debe ser reconocido.
Louis-Ferdinand Céline
El alfabeto latino, base de la lengua latina, surgió alrededor del siglo VI a.C. en Italia. Este alfabeto es común para la mayoría de los países occidentales. En esa época, no estaba definido el sentido de la escritura. De hecho, las inscripciones se realizaban de derecha a izquierda con una fíbula o un alfiler de oro y, en otras ocasiones, de izquierda a derecha, o incluso se alternaban ambas direcciones.
Al principio, el alfabeto latino estaba compuesto por diecinueve letras.
Actualmente, su grafía es muy sencilla y revela un origen fruto de la combinación del fenicio, griego y etrusco.
Pero, ¿cómo ha evolucionado el alfabeto latino?
En este artículo, Superprof profundizará en su historia: desde los orígenes hasta su uso actual.
El etrusco: el antepasado de nuestro alfabeto latino

Los distintos sistemas de escritura tienen sus orígenes en diferentes partes del mundo y en diferentes épocas: Mesopotamia, Egipto, China, América central... Es preciso recordar que nuestro alfabeto nació en la región de Canaán, que hoy corresponde a Oriente Medio (Líbano, Israel, Siria, Jordania, Sinaí). Nuestro alfabeto también tiene por lo tanto un origen semita.
Originalmente, los jeroglíficos egipcios se utilizaron para construir poco a poco el alfabeto que conocemos hoy en día. Utilizamos un alfabeto pseudo-jeroglífico consonántico. Al mismo tiempo, y mucho antes que el diccionario de latín moderno, nació una escritura cuneiforme fenicia, donde dominaban las consonantes. Posteriormente, los griegos tomaron este alfabeto fenicio como punto de partida para añadirle vocales y adaptarlo a su lengua.
El alfabeto griego dio lugar entonces al alfabeto etrusco que es el que a su vez dio origen directo al alfabeto que empleamos hoy día. Los etruscos llegaron en primer lugar a Asia Menor según Heródoto, aunque esta teoría no está confirmada.
Los etruscos llegaron a la Toscana alrededor del siglo VII a.C. y adoptaron el alfabeto griego para transcribir una lengua que hoy en día sigue siendo todo un misterio. De hecho, los expertos aún no son capaces de comprenderla del todo y de traducirla a pesar de saber leerla.
La civilización etrusca se extendió por todo Italia y poco a poco el alfabeto etrusco se fue extendiendo por todos los lugares de Europa, al ritmo de las conquistas romanas. El resto de lenguas y escrituras locales también desaparecieron. En el siglo III a.C., había unas 19 letras en el alfabeto. La X, Y, Z se adoptarían posteriormente por influencia del griego.
El alfabeto etrusco contenía una serie de letras «inútiles» según el sistema fonológico de la lengua etrusca. De hecho, sabemos que la vocal «O» no se utilizaría hasta que posteriormente llegaron los romanos.
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El alfabeto latino: el sistema de escritura romano

La escritura en la época de los romanos se reservaba a la memoria de las personas consideradas importantes. De hecho, es habitual encontrar epitafios en latín en los que se invita a la gente a glorificar a la persona enterrada.
Por lo tanto, no se realizó ninguna democratización de la escritura y la tasa de alfabetización era muy baja (solo llegaba al 30 % de los adultos). Aunque los niños y niñas aprendían a leer y a escribir gracias al magister, esta educación se reservaba a las familias más prestigiosas.
Saber leer y escribir en la época romana guardaba un significado religioso. De hecho, se pensaba que el desarrollo del intelecto podría asegurarle al difunto una mejor vida tras la muerte e incluso permitirle acceder a la inmortalidad.
Encontramos muchos medios en los que están presentes la declinación latina y la escritura latina, como, por ejemplo, las paredes y mesas. Era habitual que las mesas fueran de cera, lo que facilitaba escribir sobre ellas. Se encontraron muy pocos pergaminos, sobre todo, porque eran muy escasos en esa época.
No sería hasta el período comprendido entre los siglos I y V que los pergaminos en papiro se fueron extendiendo y dieron lugar a una nueva obra: el códice.
Por otro lado, la puntuación no existía en esa época y para ayudar a los oradores con sus discursos, las pausas venían simplemente marcadas por el salto a otra línea. Hasta el momento se consideraba que la escritura dependía del habla. Solo servía para transcribir lo oral.
En el alfabeto latino de esa época solo existían mayúsculas, aspecto que cambiaría en el período carolingio (siglo IX), cuando la escritura se separa gradualmente de lo oral y se introducen las minúsculas.
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El alfabeto latino: desde la mayúscula hasta la llegada de la minúscula

En el contexto de la conquista romana, fue cuando se desarrolló la escritura y así como fue evolucionando. En ese momento, comenzó a alejarse del alfabeto fenicio y de la lengua semítica que fue en sus inicios y comenzaron a surgir dos tipos de letras mayúsculas:
- Mayúsculas rústicas (siglo I a.C.), caracterizadas por una cierta libertad y un trazado elegante.
- Mayúsculas quadrata (siglo IV d.C.), caracterizadas por una mayor disciplina y una forma cuadrada.
La escritura se utilizaba para transcribir poemas como los de Virgilio, así como recitales literarios. También para hablar de los méritos de un ciudadano en las calles de la ciudad e inmortalizar el discurso en bronce o piedra.
Sin embargo, es en la vida cotidiana donde la escritura experimentará una mayor evolución.
Se empezó a utilizar en cartas, diplomas y contratos de venta; se fue redondeando y simplificando y las letras fueron aproximándose poco a poco. Se fue diferenciando la altura de las mayúsculas, dando lugar a la escritura que hoy en día denominamos cursiva romana. La minúscula apareció en el siglo III d.C. a través de la escritura vulgar (del pueblo) en las lenguas latinas o romances.
Las letras, originalmente muy cuadradas, se irían redondeando poco a poco, especialmente en los textos religiosos cristianos.
Carlomagno fue quien aprobó la utilización de las minúsculas para establecer su autoridad cuando llegó al poder en el año 771, lo que dio lugar a una reforma de la escritura. Todos los textos deberían volver a copiarse en minúscula carolingia. Nuestra escritura actual proviene de esta normalización.
Algunos hechos interesantes sobre el alfabeto romano

De los primeros siglos del uso del alfabeto romano, heredado de los fenicios y alejado poco a poco de la escritura jeroglífica de la tradición egipcia, hay que señalar varios hechos:
- No se distinguía entre la «U» y la «V»: solo existía la «V», cuya escritura seguía siendo cuadrada en esa época.
- La letra «G» tampoco existía. La consonante «C» expresaba los fonemas /k/ y /g/. Se heredó directamente del griego.
- Utilizar la letra «K» era redundante debido al uso de la «C» y solo se guardaba para algunas palabras y delante de la «A».
- La letra «Z» no existía porque era poco práctica debido a los cambios fonéticos.
- La letra «Q» era una variante de la «K», que solo se utilizaba delante de la «U».
En su versión arcaica, el alfabeto latino contaba con 20 letras:
A, B, C, D, E, F, H, I, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X.
Contaría con 23 letras, tras su grafía clásica tras el siglo III d.C.:
A, B, C, D, E, F, G, H, I, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X, Y, Z.
Letra | Nombre de la letra en latín | Pronunciación AFI |
---|---|---|
A | ã | /a/ |
B | bē | /b/ |
C | cē | /k/ |
D | dē | /d/ |
E | ē | /e/ |
F | ef | /f/ |
G | gē | /g/ |
H | hã | ø |
I | ī | /i/ |
K | kã | /k/ |
L | el | /l/ |
M | em | /m/ |
N | en | /n/ |
O | õ | /o/ |
P | pē | /p/ |
Q | qũ | /k/ |
R | er | /r/, /rr/ |
S | es | /s/ |
T | tē | /t/ |
V | ũ | /u/ |
X | ex | /ks/ |
Y | īGraeca | /i/ |
Z | zēta | /dz/ |
Te habrás dado cuenta de que faltan las letras «J», «U» y «W», que aparecieron posteriormente, como el uso de las letras más redondas.
En el alfabeto española actual quizás podríamos prescindir de la letra «W» pero, ¿de la «J» y la «U»? ¡Imposible!
Entonces, ¿por qué tardaron en aparecer estas letras?, ¿cuándo aparecieron?, ¿cómo representaban este sonido antes? Te los contamos todo a continuación.
La aparición de la letra J
En el alfabeto latino clásico la letra jota no se consideraba una letra, pero la grafía sí que ya existía. Estaba considerada como una caligrafía alargada de la letra i. Se utilizaba para representar de igual forma los sonidos /i/, /iː/, y /j/.
Sorprende el hecho de que hasta el siglo XVI la jota no se consideró una letra y por lo tanto hasta ese momento no estaba incorporada en el alfabeto.
El gramático italiano Gian Giorgio Trissino (1478–1550) fue el primero en distinguir la i y la jota en un texto como representantes de distintos sonidos. Este texto fue la Ɛpistola del Trissino de le lettere nuωvamente aggiunte ne la lingua italiana, que se puede traducir como Epístola de Trissino sobre las letras nuevamente agregadas en la lengua italiana, que data de 1524.
Por lo tanto, la jota fue la última letra que se incorporó al alfabeto latino moderno. Primero reivindicada por Trissino y posteriormente acuñada por el humanista francés Pierre de la Ramée (1515-1572).
El nombre de la letra, jota, proviene del latín Iota, que es el nombre de la letra griega de la que procede. Cabe destacar que la letra griega de la que procede no tenía el mismo sonido que el de la jota actual en español, sino un sonido de una 'i larga (/iː/).

Hoy en día para la lengua española es una de las letras más características, aunque no por encima de la eñe (/ɲ/). Jamón, José, judías, jota, jabón, jade y un largo etcétera.
Cabe señalar que la letra jota también aparece en los alfabetos de las demás lenguas que provienen del latín, pero curiosamente no tiene la misma fonética:
/j/ (aproximante palatal sonora) → español, lenguas germánicas (menos el inglés), lenguas bálticas, lenguas eslavas, lenguas finoúgrias
/ʒ/(fricativa postalveolar sonora) → azerí, bretón, catalán, francés, portugués, rumano, turco
/d͡ʒ/ (africada oclusiva de doble articulación) → inglés, córnico, escocés
La aparición de la letra U
Este enunciado puede dar lugar a confusión. El sonido sí existía pero se transcribía de otra forma. Como vemos en la tabla de más arriba, el sonido /u/ se escribía V. La caligrafía de la letra se fue redondeado hasta quedarse en U.

¿Entonces la V? Pues también existía ya. Con esta letra pasa lo mismo que con la i y la jota. Ambos sonidos existían y ambas letras también, pero eran usadas indistintamente. Así, fue el humanista español Antonio de Nebrija (1444-?) quién manifestó la necesidad de distinguir en la escritura entre la vocal v (/u/) y la consonante v (/v/), por lo que esta diferencia comenzó a usarse a partir del siglo XV.
Sin embargo, y una vez más, la letra V no representa el mismo sonido en todos los idiomas. Veamos:
/b/ (oclusivo bilabial sonoro) → español*
/v/ (fricativa labiodental sonora) → valenciano, alemán**, neerlandés**
/vʲiː/ (leniación oclusivo bilabial sonoro) → irlandés
* Algunos hablantes de español, especialmente en América Latina, pronuncian una V labiodental /v/
** También puede sonar como /f/
La aparición de la letra W
La forma de letra W proviene claramente de la unión de dos uves (VV). Se asentó para transcribir la semiconsonante germánica W, aunque en las lenguas románicas no tuvo mucho éxito, puesto que la V latina había pasado a ser labiodental y la pronunciación /w/ (semivocal aproximante labiovelar sonora) apenas se usa.
De hecho, en español la letra w se pronuncia /u/ o /gu/. Las palabras que en español se escriben con uve doble son en su mayoría anglicismos.
¿Qué valor fonético representa la w en otras lenguas?
/w/ (aproximante labiodental) o /eːw/→ neerlandés
/v/ → lenguas eslavas
/u/, /gu/ → español
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La aparición de la imprenta y la evolución moderna de nuestro alfabeto

Desde la aparición de la escritura en Mesopotamia y la evolución del alfabeto árabe y del griego antiguo a través de las lenguas hebrea y eslava, las letras clásicas del alfabeto latino apenas variaron.
Fue en el Renacimiento cuando se produjo el mayor cambio en la forma de escribir gracias a la invención de la imprenta. Hasta entonces, los manuscritos se habían escrito a mano, pero con su invención, se fue difundiendo el uso de los libros.
¿Sabías que la Biblia fue la primera obra impresa?
No obstante, no dejamos de escribir a mano; de hecho, se fueron desarrollando otros estilos de escritura:
- Estilo gótico: cartas de cortesía (siglo XV)
- Estilo financiero (siglo XV)
- Estilo rotunda (siglo XVII)
- Estilo bastarda (siglo XVII)
- Estilo ligada (siglo XVII)
- Estilo inglés: a partir de la letra bastarda italiana, será más fácil y rápida de escribir (siglo XVIII).
Hasta el siglo XX, este último fue el que sirvió de base para el aprendizaje de la escritura escolar. Hoy en día, las letras continúan evolucionando.
Durante la aparición de la informática (herramienta gracias a la cual podemos consultar las citas latinas de manera gratuita), el primer sistema gráfico que se reconoció fue el alfabeto latino. A cada glifo, le corresponde un código manipulado por el aparato informático. Desde la norma ASCI hasta la norma ISO 8859, todos los alfabetos que se utilizan hoy en día vienen recogidos en el ordenador:
- Los de las lenguas antiguas como el arameo o el hebreo.
- La lengua griega, el griego moderno.
- La lengua árabe, el turco.
- El armenio.
- El sánscrito.
- Los caracteres chinos.
- El alfabeto cirílico, el alfabeto ruso.
- Las lenguas europeas como las germánicas, el francés (con sus acentos circunflejos, agudos y graves), el español (con su «ñ» y su tilde), el rumano, el croata...
Nuestro alfabeto no ha sufrido más modificaciones tras su forma final de 26 letras, salvo las variantes de cada lengua. Por ejemplo, el español tiene 28 letras con la «ll» y la «ñ» y, por otro lado, no utiliza el acento circunflejo, heredado directamente del griego.
El latín en la actualidad
El latín es la lengua de la que han nacido muchas lenguas del centro y sur de Europa. Una lengua de referencia que nos ayuda a entender la configuración del español y otras lenguas. Pero, ¿qué ha sido del latín ahora?
- Uso de latinismos
Creemos que no sabemos nada de latín o que apenas se utiliza, y nada más lejos de la realidad. El español está plagado de palabras en latín y formas arcaicas que se siguen utilizando hoy en día.
Aquí te dejamos algunos ejemplos: álbum, referéndum, dúplex, ultimátum, campus, currículum vitae, sui generis, cum laude, alter ego, honoris causa.
Excusatio non petita, accusatio manifesta (excusa no pedida, acusación manifiesta)
Estamos segurísimas de que alguna de estas expresiones y palabras las utilizas o, al menos, las escuchas al hablar otras personas.
¿No? Espera que nos hemos dejado para el final el latinismo más tatuado y más escrito en las redes sociales: CARPE DIEM.
- Lengua oficial del Vaticano
El Vaticano es el único país del mundo en el que el latín es lengua oficial. Aunque la realidad es que tampoco se habla mucho, si bien sus habitantes sí conocen la lengua. Los idiomas más usados en la ciudad son el francés y el italiano, pero todos los documentos y comunicaciones oficiales se traducen al latín.

- Fuente de estudio e investigación
El estudio de la lengua latina no cesa, ya que no solo ayuda a entender la evolución de las lenguas que nacieron de ella, sino los cambios e intercambios entre pueblos y las distintas civilizaciones que fueron apareciendo.
A las frases o voces latinas usadas en castellano se les conoce como latinajos. Los latinajos más utilizados son: a priori, alias, aula magna, bis, de facto, ecce homo, extrea, grosso modo, idem, in extremis, in memoriam, in vitro, ipso facto, mapamundi, modus operandi, neonato, rara avis, sapere aude, statu quo, etcétera.
En la escuela el aprendizaje de latín no es obligatorio, pero sí hay materias optativas. En 4.º de la ESO podemos escoger Latín. Posteriormente, si eliges realizar el Bachillerato de Humanidades tendrás Latín en 1.º y 2.º de bachillerato. Y si esta lengua ha despertado tu interés y quieres seguir formándote, existe el Grado en Filología Clásica, con el que serás un experto en lengua literatura latinas y griegas.
Las lenguas que nacieron del latín
No podíamos terminar este artículo sin dedicar un apartado a las lenguas que provienen del latín. Es increíble cómo de una lengua común hayan podido surgir tan diversa variedad de lenguas, que hoy en día son aspecto indiscutible de la cultura de cada pueblo. A este conjunto de lenguas se les denomina lenguas romances y son todas lenguas europeas.
Aquí te dejamos las lenguas que han surgido a partir del latín y el lugar en el que se hablan:
- Aragonés: zonas del norte de Aragón (España).
- Arrumano: sudeste de Europa, lengua del pueblo arrumano.
- Asturleonés: zonas de Asturias y León (España).
- Asturiano: Asturias (España).
- Catalán: Cataluña/Catalunya, Islas Baleares/Illes Balears (España), Andorra.
- Corso: Córcega.
- Dalmático: costas de Dalmacia (Croacia). Lengua extinta.
- Emiliano-romañol: Italia noroccidental.
- Español: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela.
- Francés: Bélgica, Benín, Burundi, Canadá, Chad, Camerún, Costa de Marfil, Francia, Gabón, Guinea, Islas, Comoras, Islas Seychelles, Luxemburgo, Madagascar, Malí, Mauricio, Mónaco, Níger, República Democrática del Congo, República de Djibouti, Ruanda, Senegal, Suiza, Togo.
- Franco-provenzal: algunas zonas de Suiza, Francia e Italia.
- Friulano: Alpes centrales.
- Gallego: Galicia (España).
- Istriano: Región sur de Istria (Croacia, Italia).
- Istrorrumano: zona croata de Istria oriental.
- Italiano: Italia, San Marino, Suiza.
- Ladino: Trento, Bolzano, Belluno (Italia).
- Ligur: Liguria, Bajo Piamonte (Italia).
- Lombardo: Lombardía (Italia).
- Meglenorrumano: norte de Grecia, sur de Macedonia del Norte.
- Napolitano: Campania (Italia).
- Occitano o Lengua de Oc: sur de Francia.
- Piamontés: Piamonte (Italia).
- Portugués: Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bisáu, Guinea Ecuatorial, Macao, Mozambique, Portugués, Santo Tomé y Príncipe, Timor Oriental.
- Romanche: Suiza.
- Rumano: Rumanía.
- Sardo: Isla de Cerdeña (Italia).
- Siciliano: Isla de Sicilia (Italia).
- Valenciano: Comunidad Valenciana
- Valón: Bélgica.
- Véneto: Italia.

El abecedario latino en las lenguas romances
Dependiendo de cómo iba evolucionando cada lengua y las necesidades que tenían las personas para su transcripción fonética, el alfabeto del latín se fue adaptando a cada idioma. Este es el motivo por el que, a pesar de que todas las lenguas anteriormente mencionadas provienen del latín, no todos sus alfabetos son iguales. A continuación vamos a comparar el abecedario de tres lenguas de la península ibérica que nacieron del latín: el portugués, el catalán, el gallego y el español.
Portugués | Catalán | Español | Gallego |
---|---|---|---|
A (á) | A (a) | A (a) | A (a) |
B (bê) | B (be) | B (be) | B (be) |
C (cê) | C (ce) | C (ce) | C (ce) |
D (dê) | D (de) | D (de) | D (de) |
E (ê, é) | E (e) | E (e) | E (e) |
F (éfi) | F (efe, ef) | F (efe) | F (efe) |
G (gê) | G (ge) | G (ge) | G (gue) |
H (agá) | H (hac) | H (hache) | H (hache) |
I (i) | I (i) | I (i) | I (i) |
J (jota) | J (jota) | J (jota) | L (ele) |
K (ká) | K (ca) | K (ca) | M (eme) |
L (éli) | L (ele, el) | L (ele) | N (ene) |
M (êmi) | M (eme, em) | M (eme) | Ñ (eñe) |
N (êni) | N (ene, en) | N (ene) | O (o) |
O (ô, ó) | O (o) | Ñ (eñe) | P (pe) |
P (pê) | P (pe) | O (o) | Q (que) |
Q (kê) | Q (cu) | P (pe) | R (erre) |
R (érri) | R (erre, er) | Q (cu) | S (ese) |
S (éssi) | S (ese, es) | R (erre) | T (te) |
T (tê) | T (te) | S (ese) | U (u) |
U (ú) | U (u) | T (te) | V (uve) |
V (vê) | V (ve) | U (u) | X (xe) |
W (dábliu) | W (ve doble, doble v) | V (uve) | Z (ceta) |
X (xis) | X (ics, xeix) | W (uve doble) | |
Y (ípsilon) | Y (i grega) | X (equis) | |
Z (zê) | Z (zeta) | Y (i griega) | |
Z (zeta) | |||
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Es bueno conocer el origen de los alfabetos, especialmente el hebreo para conocer los nombres del Padre y del Hijo en la Biblia y que nunca se debieron traducir a otros idiomas como el griego o el latín y que conocemos hoy en día en español e inglés.
Saludos.
Soy brasileña, tengo 42 años, empecé a estudiar grado español y sus literaturas.
Tu blog me ayudó muchísimo, gracias.
¡Muito obrigada!
Nos alegra que te haya sido de ayuda :)
Muy buena la página
¡Muchas gracias! :)
Muy buena la pagina muchas cosas interesantes
¡Gracias!
Articulo muy interesante. Muy Bueno.
Es impresionante como el latin evoluío y originó tantos idiomas y dialectos.
El alfabeto português en la última tabla está «escrito» por la pronuncia brasilena. Los brasilenos le anaden un i: M (em, eme) y dicen emi. Eni, erti..
Muchas gracias, Antonio :)