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Seguir clases de Lengua y Literatura es una de las mejores formas de mejorar tu nivel del idioma y obtener resultados satisfactorios en los exámenes. Un profesor particular tiene un papel de mentor cara a su alumno. Se ocupa del apoyo escolar y ofrece una ayuda personalizada, a medida de las necesidades del alumno, de sus dificultades o del nivel que tiene que alcanzar. Te ayudará a lograr tus objetivos y te aportará apoyo moral. La preparación de una prueba tiene algo de maratón, con un trabajo a largo plazo, éxitos y momentos de duda, en los que el profesor te devolverá la confianza, para evitar que te desanimes. Hoy en día, aunque las clases presenciales, en las que el profesor particular acude al domicilio del alumno, están todavía de actualidad, los profesores proponen una enseñanza a distancia con clases por webcam, envío de documentos por email y corrección de ejercicios en cloud (documentos compartidos). La lección no se limita a 1 ó 2 horas sino que se extiende a lo largo de la semana, con el fin de asegurar un trabajo de fondo que dé frutos. Además, ya no hay límites geográficos o de horarios. Los profesores son flexibles y pueden adaptarse a tus horarios. ¡Es la ventaja de seguir clases de lengua!
Adquirir una metodología de trabajo
El fracaso de algunos alumnos en clases de Lengua y Literatura no es debido a la falta de compresión de un texto, ni a la falta de cultura literaria, ni siquiera de un nivel inadecuado del idioma. El problema puede originarse en el método de trabajo. Un alumno que se estrese y que no sabe cómo abordar un texto, puede tener malas notas y dificultades en la escuela, incluso si está capacitado.
Responder a una demanda precisa
Todo el mundo es consciente: el éxito en un examen o en una oposición requiere un trabajo a largo plazo. El profesor particular es un coach que va a adaptarse a las necesidades del alumno. Al principio, el alumno, esperanzado, puede pensar que la sola presencia del profesor va a cambiar radicalmente sus resultados en 1 ó 2 lecciones. Puede ayudar a que los alumnos progresen en ortografía y evitar las faltas. Incluso si las notas pueden mejorar rápidamente, alumno y profesor trabajan juntos, mano a mano, por el interés del estudiante. El ritmo de las clases debe ser continuo a lo largo del año. Cara a un examen, es posible reforzar la enseñanza, aumentando las horas en el último trimestre.
Variar la oferta pedagógica
El éxito de un alumno puede depender de la transmisión de conocimientos de su profesor de Lengua y Literatura. La base del aprendizaje se realiza en la escuela, el colegio, el instituto o la universidad. A veces, los profesores pueden no ser los más adecuados para un alumno, por múltiples razones: carácter, método... Los problemas de disciplina pueden dificultar las relaciones entre un alumno y el profesor de la clase, que podrá calificarle de vago, etiqueta que niño puede aceptar por no replicar o para hacerse una reputación frente a los demás alumnos.
Remediar la ausencia de profesor
El sistema educativo tiene la obligación de asegurar las clases de Lengua Castellana y Literatura con vistas al examen de fin de año o al siguiente curso. Aun así, puede que durante el año se acumulen las ausencias del profesor: una baja por enfermedad, por maternidad, por formación... Incluso aunque se intenten garantizar los remplazos, puede pasar tiempo entre la partida del profesor titular y la llegada del remplazante. Este último puede tener una forma de enseñar diferente, lo cual puede desestabilizar al alumno.
Devolver la confianza a un alumno en dificultad
Las clases de Lengua y Literatura particulares permiten abordar la materia con otro enfoque pedagógico. A medida, el profesor adapta su método de adquisición de conocimientos hasta que las nociones queden totalmente asimiladas. Por miedo a ser juzgado, el alumno no se atreve a hacer preguntas que supone que son tontas o sin interés. Cuando se instala una relación de confianza, el alumno en dificultad no tendrá miedo a señalar sus dudas y el profesor podrá por tanto hacer un ejercicio tantas veces como sea necesario, para que el alumno pueda asimilarlo.
Ayudar a un alumno brillante
Las clases de Lengua Castellana y Literatura no están solo reservadas a los alumnos que obtienen malas notas. Los estudiantes que tengan un buen nivel también pueden seguir clases. Las razones pueden ser múltiples: motivar a un alumno que se aburre en clase, sacar sobresaliente con el objetivo de tener una mención de honor o preparar la entrada a la universidad.
Preparar un examen
La Lengua Castellana y la Literatura se evalúan por medio del escrito y del oral. La selectividad sigue siendo un pasaje esencial para el que pueden ser necesario seguir clases particulares dada la amplitud del programa. El alumno tendrá que ser capaz de enfrentarse a un texto, conocer los resortes lingüísticos del mismo, alcanzar capacidad crítica y saber elaborar un tema. Para aprobar la asignatura el alumno deberá haber asimilado los mínimos marcados en la asignatura:
- Caracterizar textos orales y escritos pertenecientes a ámbitos de uso diversos, poniendo de relieve los rasgos más significativo del género al que pertenecen y analizando los rasgos de su registro.
- Identificar el tema y la estructura de textos periodísticos y académicos, de opinión y de divulgación científica y saber resumirlos.
- Realizar una exposición sobre un tema polémico, exponiendo opiniones diversas y evaluando argumentos.
- Componer textos argumentativos sobre temas lingüísticos, literarios o relacionados con la actualidad.
- Interpretar el contenido de obras literarias.
- Realizar trabajos críticos sobre la lectura de obras significativas del siglo XX, interpretándolas en relación con su contexto histórico y literario.
- Conocer las características generales del español de América.
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