El apoyo escolar, que pertenece al sector servicios, no conoce la crisis, o no demasiado. De hecho, el año 2020 fue un punto de inflexión para las clases particulares. Sobre todo las clases particulares online. Con el confinamiento, una gran cantidad de gente necesitó refuerzo virtual al no tener las clases presenciales. Otros muchos se decidieron a aprender una materia o actividad por primera vez.
Por otro parte, muchas personas se dieron de cuenta de su capacidad para aprender desde casa y de forma semiautodidacta; así, con unas cuantas clases de iniciación o refuerzo puntual, podían desarrollar una nueva formación o habilidad.
Todo ello ha beneficiado no solo a los profesores particulares, sino también a los alumnos. Se han desarrollado varias herramientas para el aprendizaje individualizado y adaptado, como aulas virtuales con todo lujo de detalle y programas de aprendizaje avanzados.
Al mismo tiempo, seguimos teniendo los problemas clásicos que nos llevan a apuntarnos a clases particulares o apuntar a nuestros hijos. Se acercan las Navidades y ves que desde la vuelta al cole, las notas de tu hijo no son demasiado buenas. ¿Cuál es el problema? ¿Se podría resolver con unas clases de refuerzo escolar?
Seguro que algunas ideas preconcebidas o prejuicios se pasan por tu mente, y sigues siendo reacio a pagar clases particulares a domicilio porque dudas de su verdadera eficacia. Porque pagar unos 15 €/hora de media se trata claramente de una inversión.
¡Y no solo se trata de invertir, sino también de obtener un rendimiento de esa inversión! Entonces, empiezas a pensar que podría ser bueno que tu hijo recibiera clases de matemáticas, apoyo escolar a domicilio de idiomas (clases de inglés, de francés, de lengua castellana) o clases de ciencias naturales. ¡O eres tú que necesita ponerse al día con el Excel o está buscando un instructor de pádel!
En este artículo, nos vamos a centrar en las ventajas de las clases particulares.
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Ayuda personalizada
En primer lugar, el apoyo escolar permitirá que tu hijo progrese, ya que el profesor particular que acuda a tu casa cada semana le proporcionará una orientación y un apoyo regular y personalizado.
La clase particular ofrece ese momento único y privilegiado.
Un tiempo en el que se dedica el tiempo necesario para profundizar en lo que no se ha comprendido del todo con el fin de resolver dudas y de perfeccionar los conocimientos.
Se empieza con un nivel bajo en una asignatura como puede ser el inglés, las mates, la física… y se terminan las clases a domicilio habiendo alcanzado un nivel que permite una mejor comprensión y un rendimiento académico excelente.

Aunque siempre basándose en un método personalizado, el profesor suele seguir unos pasos que aseguran el éxito de las clases, como por ejemplo:
- Multiplicar el número de ejercicios
- Ir de lo general a lo particular
- Rodear la cuestión principal a través de otras preguntas relacionadas y llegar a que el alumno por sí mismo descubra la respuesta esperada
- Animar al alumno
- Ilustrar con ejemplos los conceptos más complicados
- Simplificar el vocabulario para explicar los términos técnicos
- Alentar al alumno a que practique con exámenes o ejercicios de cursos anteriores
- Favorecer que el estudiante tenga su metodología a la hora de hacer un examen (resúmenes, síntesis, comentarios…) y le ayudará para que aprenda a gestionar su tiempo (45 minutos para el borrador, 1 h para la redacción, 15 minutos para la relectura y la revisión, etc.)
Por todo ello, las clases a domicilio son un seguimiento metodológico que confiere la posibilidad de progresar a través de la ayuda con los deberes, desde la Educación Primaria hasta la enseñanza superior. El profesor es un coach en motivación cuya misión es hacer que su alumno se vuelva autónomo, curioso, apasionado y permanezca tranquilo.
Desde todos los puntos de vista, las clases particulares son una verdadera ayuda personalizada.
Acompañamiento individualizado
Hay muchos profesores y muchos tipos de profesores. Por desgracia, abundan los que imparten las asignaturas sin centrarse en las necesidades personales de cada alumno. No obstante, hay que tener en cuenta que treinta alumnos no asimilarán los conceptos de la misma manera ni a la misma velocidad, por lo que se vuelve casi imposible realizar un seguimiento personalizado.
Hay alumnos muy rápidos, otros que lo son menos, otros que tienen problemas a la hora de memorizar y de comprender los conceptos. Hay alumnos de letras, otros de ciencias. Sobre todo, en una misma clase, hay un grupo de 25 o de 30 almas con personalidades, necesidades e inteligencias diferentes.
Por este motivo, que un alumno se encuentre en situación de fracaso escolar o que tenga algunas dificultades no quiere decir que sea menos inteligente que los demás. Simplemente, necesita más ayuda, un acompañamiento escolar adicional.
Es el primer objetivo de las clases particulares y esta es la utilidad de las clases de apoyo a domicilio: el profesor particular es el consejero pedagógico personal de tu hijo o de ti mismo.
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Mantenerse al día
Una recuperación individualizada de nivel para paliar las vicisitudes propias del colegio o instituto (retrasos, bajas de profesores, programas demasiado condensado, falta de atención personalizada, etcétera).

El profesor particular es conocedor del currículum académico de la materia que imparte para cada curso escolar. Por lo tanto, puede asegurarse de que has entendido bien los mínimos exigibles de cada año escolar; que son imprescindibles para poder seguir el ritmo del curso siguiente.
Del mismo modo, será quién de poder ampliar tus conocimientos si en el colegio se quedan en lo muy básico: profundizar en la complejidad de cada concepto, ampliarlo, ver diferentes ejemplos...
Y si las clases son para un público más adulto, el profesor es el principal guía que tienen para mantenerse al día. Hoy el mayor reto para los adultos mayores es que las tecnologías y todo lo que las rodean no los superen.
Consolidar conocimientos
Las horas de clases particulares son un momento único para plantear todas las preguntas que el alumno tiene en el aire sin responder o que le da vergüenza plantear en clase.
Un buen profesor particular crea un clima de confianza y complicidad con su alumno para que este no se prive de poder dejar ver sus debilidades y los problemas a los que se enfrenta a nivel escolar.
Preparar un examen específico

De un modo más práctico, este es uno de los grandes beneficios de las clases particulares. A veces nos pasamos un montón de horas en cursos, sesiones, seminarios, clases magistrales... y lo que verdaderamente queremos es que nos den las clases para superar una prueba y conseguir un certificado.
Aunque esto no se pueda decir muy alto y nunca debe ser el objetivo de un programa educativo; en Superprof también somos realistas. ¿Necesitas el B1 de un idioma extranjero para que te expidan el título de Grado? Entendemos que te importa tres pimientos aprender un idioma extranjero ahora mismo, lo que necesitas es el certificado para poder recibir el título de graduado universitario.
Por lo tanto, aprender una lengua sabemos que está genial, pero lo que necesitas en estos momentos es un profesor particular que te enseñe cómo hacerte el examen de acreditación de nivel de idioma y te sepas defender en el nivel que requieres.
Alcanzar la excelencia
Como ves, hay todo tipo de ventajas de las clases particulares. Se trata de una herramienta para todos los perfiles. No solo hablamos de un refuerzo escolar para aquel que va cojeando en alguna asignatura.
Hay programas de coaching escolar que lo que persiguen es la excelencia. Obviamente está dirigido para personas que no tienen dificultades en el aprendizaje y seguimiento del curso y lo que quieren es llegar al más alto nivel en su experiencia como estudiante y adquirir conocimientos específicos y transversales a todos los niveles.
Acostumbrarse al trabajo regular
Ir a clases particulares será también parte de la rutina.

Obligar al alumno a llevar a cabo un trabajo regular: una hora de repaso al día vale más que diez horas de intenso estudio antes de un examen. Esto es algo que un alumno con reticencias tardará en aceptar, pero verá que es así.
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Aprender a tu medida
Un seguimiento regular, un método adaptado a cada tipo de memoria; auditiva o visual... son los principales beneficios de las clases particulares. De hecho, puede que algunos apartados de este artículo te suenen repetitivos porque efectivamente todo se desarrolla a partir de un mismo concepto de apoyo escolar, que es el de unas clases individualizadas y personalizadas.
Desarrollar una pasión
Quien te iba a decir que después de ir a clases particulares ya te gusta más esa materia que tenías atravesada. ¿Tal vez era por el 4 que habías sacado en el último examen? ¿No llegabas a asimilar los conceptos?
Con las clases particulares provocarás ese clic que hará que no pases de puntillas por cada materia sino que te sumerjas y desengranes todos los conceptos. Cuando los entiendes ya no te parecerán tan difíciles y seguramente más de uno te comenzará a interesar.

Aprender cosas nuevas
La clase particular permite aprender una lengua extranjera, a tocar un instrumento, un nuevo arte… El colegio, para un alumno con dificultades, puede ser profundamente angustioso y el origen de una pérdida de confianza en él mismo, que a su vez puede producir: depresión, crisis de ansiedad, estrés, miedos, problemas psicológicos (por ejemplo, anorexia o bulimia), violencia física o verbal… Por lo tanto, la clase particular ofrece también la ventaja de devolver la confianza al alumno y al mismo tiempo construir un muro para evitar la exclusión social.
Luchar contra el abandono escolar

En ocasiones los profesores de los colegios no pueden llegar a todo. Ven que un alumno se está descarrilando, perdiendo el gusto por aprender, está a otras cosas... pero no puede brindarle la atención personalizada que requiere su caso.
En cambio, el salvador puede ser el profesor particular. Puede cortar los problemas de raíz y ayudar a encauzarlo.
Ofrecer unas mejores perspectivas de futuro
Cuanto más sepamos mejor. Es duro pensar que nuestro sistema educativo no es suficiente, que siempre hay que estar haciendo esfuerzos económicos para llegar algo. Pero la realidad es la que es.
Y para muestra un botón. Los estudiantes tienen diez cursos escolares en los que es obligatorio estudiar inglés. Acaban su formación escolar obligatoria con un nivel de inglés intermedio bajo, en el mejor de los casos.
Sin embargo, todos conocemos al compañero que iba a clases de inglés desde antes de saber hablar. Se defiende en inglés y ya juega con ventaja en el mundo laboral y académico.
Superarse y ponerse retos
Para aquellos estudiantes que buscan la excelencia, ir a clases puede ser un reto para ellos.
Quizás a tu hijo lo que le pase es que se aburre en algunas clases; no dudes en apuntarlo a clases particulares para que no pierda el gusto por el aprendizaje y el reto de superarse.
Estimular la curiosidad
De nuevo, las clases particulares pueden ampliar nuestras perspectivas y hacernos ver más allá del currículo escolar obligatorio. El profesor particular debe estar preparado para estimular la curiosidad de sus alumnos y dejar que exploran nuevos caminos.
Recobrar el gusto por aprender
Tras este tour por un horizonte lleno de beneficios, ¿aún existen razones por las que hablar mal de las clases particulares? ¿Por qué negarse a recibir clases particulares? Existen diferentes variables que pueden llevar a rechazar la idea de recibir clases particulares: una mala percepción de lo que es el apoyo escolar, falta de medios económicos, el sentimiento de que pueda ser algo ineficaz...
¿Por qué negarse a recibir clases particulares?
Domar el ego
Este apartado está dedicado a aquellos que se niegan a recibir clases particulares por orgullo, porque recibir a un profesor en casa conlleva admitir que se tienen lagunas, las cuales no se pueden superar solo.

Igualmente, se puede pensar que las clases particulares a domicilio ofrecen pocas garantías de resultado en comparación con la cantidad de dinero invertida en ellas. En definitiva, algunas familias dejan de lado las clases particulares simplemente porque no las tienen en cuenta, o porque no encuentran profesores disponibles que les convengan cerca de su domicilio.
Algunos clichés que a veces se pueden escuchar acerca de las clases particulares son que las clases particulares se basan en la discusión profesor-alumno, más que en la clase en sí misma.
Lo que pasa en ente caso no es que el problema sean las clases particulares en sí, sino del profesor. Es un profesor malo y punto.
También se suele decir que los profesores particulares son incompetentes porque no siempre son personas con una titulación, a menudo son estudiantes de instituto o universitarios. Incluso la crítica va más allá, son personas con titulación pero que no han conseguido un puesto de profesor en un colegio y por ello optan por clases particulares.
Duras palabras que pueden envolver mucho más de lo que creemos. ¿Es posible que un profesor esté dando clases particulares porque no ha conseguido en un trabajo en un colegio? Probablemente. ¿Esto lo hace mal profesor? Para nada.
Asumir el gasto como una inversión
Frecuentemente la lógica que se nos cruza por la cabeza es: «mi hijo ya no se esfuerza en el colegio, ¿por qué iba a trabajar en una clase privada?». Aquí entra la variable del coste económico. A veces, las clases privadas pueden representar el 25 % de los ingresos mensuales de un trabajador con un salario normal o bajo. Lo que es, simple y llanamente, muchísimo.
A quien se lo pueda permitir, mandará a su hijo a clases particulares por defecto; quién no, empezará a analizarlo más en detalle.
Que el hijo o los hijos vayan a clases de refuerzo supone un presupuesto importante para una familia modesta, por lo que a veces este tipo de clases solo benefician a los jóvenes de las familias más acomodadas.
En su teoría de las desigualdades de las oportunidades educativas, el sociólogo Raymond Boudon (1934-2013) defendía la idea de que si un alumno proviene de una familia acomodada, entonces obtendrá mejores resultados escolares, y estudiará durante más tiempo que aquel alumno que provenga de una familia modesta o con menos recursos económicos: «los alumnos que provienen de familias acomodadas demandan una educación mayor que aquellos que provienen de familias más modestas.»
Por lo tanto, muchos piensan que las clases particulares para un niño que trabaja o que abandona los estudios a los 16 o 18 años se consideran inútiles.
Y es que, ¿cuáles son las garantías de resultado?

E incluso sacrificando el ocio y el placer para poder financiar el desarrollo y el acceso al saber y a la educación de tu hijo, ¿cuáles son las garantías de que los resultados serán mejores? Si bien no las hay, insistimos en que las clases particulares se han relevado como útiles o muy útiles para superar el curso escolar.
Sin duda es una carrera de fondo y cuando antes empieces, mejor. Lucharás contra el posible fracaso escolar de tu hijo, le ofrecerás una puesta al día para que consiga las mejores notas, un verdadero programa de coaching escolar.
Se beneficiará de una verdadera preparación desde Primaria hasta los estudios superiores y recobrará la confianza en él mismo. Además, sus buenos resultados le permitirán escoger el grado y la universidad que desee.
El balance de los pros es más fuerte que el de los contras y las ventajas de las clases particulares ganan por goleada. Entra en la web de Superprof y compara los diferentes perfiles de profesores de apoyo escolar a domicilio. Tanto si funciona como no, al menos lo habrás probado y no te lamentarás de no haberlo intentado.
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